El aeropuerto de Palma está casi en niveles de pasajeros prepandemia, lo cual demuestra el interés de la Isla en toda Europa. | Teresa Ayuga

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Los hoteleros de Mallorca, ante el incremento de los costes energéticos y del encarecimiento de productos de alimentación, bebidas y limpieza, han adoptado la estrategia de eliminar las ofertas y descuentos para el verano en todos los mercados emisores europeos para no tener pérdidas económicas. «Los costes de explotación de los hoteles se han disparado desde marzo y las empresas nos vemos obligadas a actuar con contundencia para evitar que la cuenta de resultados sea negativa a final de temporada si entramos en una dinámica de ofertas y guerra de precios con los destinos competidores. Hay hoteles que han abierto en febrero y marzo y han acabado estos meses en números rojos, aunque en Semana Santa el balance fue muy positivo», indicaron ayer desde cadenas hoteleras que operan en Mallorca y resto de islas.

La temporada de verano, pese a los mensajes de las administraciones, «no se presenta tan bien como se dice, porque todavía quedan muchas plazas por comercializar para mayo, junio, julio, agosto y septiembre. La media de ocupación está en estos momentos en un 65 % y no confiamos en las ventas de último momento». Hoteleros de la Platja de Palma, Palmanova-Magaluf, Cala Millor, Platja de Muro, Capdepera, Alcúdia-Can Picafort y Cala d’Or coinciden en señalar que la Semana Santa «ha sido un espejismo y ahora vemos el impacto de la competencia y que no podemos bajar precios, ya que los costes superarían a los ingresos de explotación».

La única zona de Mallorca que mantiene unos niveles altos de productividad, pese al aumento de los costes, es Palma. El presidente de Asphama, Javier Vich, apunta: «Los hoteles boutique de Palma están en niveles óptimos y los descuentos, pese a todo, son mínimos. Esta circunstancia es lo que provoca que mantengan el tipo y logren ligeras rentabilidades. El problema es ver cómo se van a comportar el mercado europeo en los próximos meses». Los touroperadores coinciden en señalar que presionan a los hoteleros para conseguir descuentos «pero entendemos que la coyuntura no es favorable por el incremento de los costes».