Máxima actividad. El tráfico de mercancías en el puerto de Palma ha crecido desde la Semana Santa, ya que las empresas relacionadas con el turismo quieren afrontar el verano sin escasez de productos. | Jaume Morey

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Las navieras Baleària, Trasmed y GNV han visto como en las últimas semanas ha aumento hasta un 30 % el transporte de mercancías a los puertos de Baleares, pero especialmente en el de Palma, por la gran demanda de pedidos que están realizando las empresas de todos los sectores productivos de las Islas.

Desde Semana Santa, el incremento de la actividad de carga en los puertos no ha parado de crecer, principalmente porque las empresas de Mallorca y resto de Islas quieren asegurarse de disponer de todo tipo de productos no perecederos de cara a la temporada de verano.

El presidente de la Agrupación Empresarial Servicio Discrecional de Mercancías de Baleares, Ezequiel Horrach, señala: «Los pedidos crecen de una semana a otra y en algunos casos están entre un 30 y 40 % según el producto que se trate. No es el efecto de la huelga de transportistas de marzo, porque ya se ha logrado la normalidad, sino que hemos entrado en una dinámica que nos sorprende por el volumen excesivo de pedidos».

Horrach añade que se aprecia el impacto de la apertura progresiva de la planta hotelera en Mallorca, que este mes de mayo estará operativa al 90 %, «porque la solicitud de todo tipo de recambios es la tónica general». Puntualiza que no son solo los hoteleros «sino que también la oferta de restauración, complementaria, tiendas de souvenirs y comercios han entrado en la misma dinámica». Para el presidente de los transportistas de mercancías «las empresas piden de todo, los precios de los productos no paran de subir y estamos superados de trabajo».

La Asociación de Distribución de Alimentos Bebidas y Limpieza (ADED) de Baleares, que preside Bartomeu Servera, incide también en este aspecto: «Todavía se pueden apreciar los coletazos de la huelga de transportistas, pero es cierto que hay una gran demanda de mercancías y que esto nos afecta directamente a nuestro colectivo porque estamos incrementando nuestra actividad por encima de lo normal en estas fechas del año en comparación con los ejercicios previos a la pandemia».
Servera apunta que hay otro problema añadido que va a tener efectos directos en los consumidores porque los precios de las materias primas y materiales no para de crecer. Servera indica que «hay productos que se han encarecido hasta un 60 %, pero el verdadero problema logístico es que no nos está llegando la mercancía que piden los clientes porque no hay producción en la Península».

Precios

Los distribuidores coinciden con los transportistas en que «estamos en plena escalada de precios que, según la isla, varían de una forma escandalosa». Servera afirma que «esta situación es insostenible y tendrá repercusiones en todos los sectores económicos y, especialmente, entre los consumidores que serán al final los grandes perjudicados, al igual que los visitantes y turistas que vengan este año a Mallorca».

Puntualiza, además, que las empresas, en caso de que no cambie la actual coyuntura, «se verán afectadas por la falta de algunos productos, circunstancia que nunca se había vivido en Baleares de cara a inicio de la temporada turística, que se prevé muy buena por cómo ha transcurrido la Semana Santa».

Las navieras se limitan a reseñar que sus buques de carga vienen al completo y que ello está provocando algún problema logístico en los puertos de Valencia, Dènia, Tarragona y Barcelona.
Baleària está en máximos y las navieras italianas Trasmed y GNV se han visto obligadas a llegar a acuerdos puntuales para aunar esfuerzos y compartir buques con el fin de cumplir los pedidos contratados por las empresas de todos los sectores productivos de las Islas.

Punto de vista
Germà Ventayol

Nos salimos

Germà Ventayol

La economía mallorquina está revolucionada, tras el fin de la pandemia las empresas quieren recuperar todo el tiempo perdido. Y así pasa lo que pasa. La inversión y el consumo se ha disparado en un período muy breve de tiempo, hasta extremos desconocidos; un fenómeno que –reconozcámoslo– también entraña sus peligros. Y eso que sigue habiendo serios problemas de suministro de determinados productos derivados con la madera, el vidrio, acero, ... Como todo exceso, una situación como la actual no debería prolongarse, que luego se produce un susto y quedamos gripados.