La energía eólica marina aparece como alternativa a la fotovoltaica.

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Ante la noticia, publicada este viernes por este periódico, de que la Conselleria de Transició Energètica ha propuesto al Gobierno central que delimite zonas del Mar Balear para la instalación de molinos eólicos flotantes, las organizaciones conservacionistas GOB y Terraferida advierten de que «apoyamos las energías renovables, pero la clave es limitar el crecimiento y rebajar la intensidad del consumo».

Margalida Ramis, del GOB, señaló que «hacemos una valoración positiva de la apuesta decidida por la transición energética, en la que las renovables juegan un papel fundamental. Por tanto, también valoramos positivamente que se exploren todas las posibilidades, pero, paralelamente, hay que rebajar la intensidad del consumo energético. Si no es así, el modelo estallará». Ramis añade que «todas las planificaciones, incluida la energética, pueden quedar en nada si simplemente cambiamos las tecnologías sin abordar limitaciones contra la crisis climática y el colapso ecológico, que en definitiva son lo mismo. Con las renovables podemos solucionar un problema, pero si no limitamos el crecimiento creamos otro».

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En cualquier caso, la portavoz del GOB indica que «para la instalación de molinos eólicos flotantes, habrá que tener en cuenta que ocupan un entorno natural frágil y, por tanto, habrá también que evaluar su impacto ambiental, igualmente para el cable de conexión con la costa». Por su parte, para Jaume Adrover, de Terraferida, «el debate sobre la ubicación de las energías renovables es eterno, pero no bastarán palas en el mar ni placas en suelo rústico si no limitamos el crecimiento».

Once mil parcelas edificables

Adrover destaca que «siempre acabamos en lo mismo. Si no aplicamos límites claros, nunca serán suficientes los colegios, los hospitales, las depuradoras, las carreteras o, como en este caso, las instalaciones energéticas. Por poner un ejemplo, desde Terraferida ya hemos expuesto que en el suelo rústico de Mallorca hay 11.000 parcelas edificables». El portavoz de Terraferida resalta que «las expectativas de crecimiento son tan elevadas que nunca tendremos cubierta la demanda energética y habremos sacrificado suelo rústico y áreas marinas. Con los parques solares fotovoltaicos, se le da al suelo rústico una consideración de explanada o de polígono industrial. Y no hay que olvidar que hay previsto un segundo cable con la Península».

Jaume Adrover comenta que «la aportación de las energías renovables a la demanda general sigue siendo baja, aunque proliferen los parques solares fotovoltaicos. Con el actual modelo turístico y urbanístico, nada será suficiente. La clave no es que las energías renovables no sean suficientes para atender la demanda, sino que el modelo necesite tanto consumo de energía».

El apunte

Carta a dos secretarios de Estado

El vicepresidente del Govern y conseller de Transició Energètica, Juan Pedro Yllanes, ha dirigido una carta a los secretarios de Estado de Energía y Medio Ambiente en la que les propone que el Plan de Ordenación del Espacio Marítimo explore y establezca zonas del Mar Balear para la instalación de molinos de energía eólica flotante. La petición se basa en que la energía solar fotovoltaica, además de ocupar suelo en un territorio limitado como el insular, no será suficiente para alcanzar los objetivos de renovables.