Jason Moore. | Pilar Pellicer - Palma

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A Jason Moore tampoco se le escapa que la era actual de la información está regida por el cambio. Dar forma al nuevo proyecto del Majorca Daily Bulletin era un imperativo marcado por los nuevos tiempos y verbalizado ya por los propios lectores. En el periódico desde 1988, Moore capitanea ahora el inicio de esta nueva etapa.

Después de 34 años en la brecha, ¿ha notado el cambio generacional entre sus lectores?
— Hay muchos que son los mismos. La vieja guardia se mantiene. En los años 80 venía gente a jubilarse, cuando hubo el boom de la segunda residencia. Eran los años de Thatcher, de Puerto Portals, de Bendinat... La gente tenía ese apetito de comprar una vivienda aquí porque no podían con el clima británico. Luego vinieron las crisis económicas de los 90 y de 2007 e inevitablemente eso se ha notado.

¿Qué significará para ellos la apuesta por el modelo digital?
— En verano se vendían muchos ejemplares por la presencia de turistas y ciudadanos británicos con segunda residencia en la Isla. Con esta apuesta digital tendrán a su alcance información todos los días del año desde cualquier lugar del mundo. La nueva web será como un gran escaparate de Mallorca en el extranjero. Durante las primeras fases de la pandemia tuvimos récords de visitas de lectores interesados en saber qué ocurría en las Islas. Éramos los únicos que informábamos de ello en su propio idioma.

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¿Mallorca se ha encarecido también para los británicos?
— Lo encuentran más caro pero siguen gastando igual. En los últimos veinte años, el número de residentes de habla inglesa ha bajado y a eso ha ayudado el tema del ‘Brexit’, la devaluación de la libra esterlina... El mercado británico siempre ha ido bien cuando la libra estaba fuerte y hay que tener en cuenta que es un mercado que siempre sube y baja: tiene dos años buenos y luego cinco malos. El mercado alemán es mucho más estable.

¿Cuál es la acogida entre el resto de nacionalidades?
— Hemos visto que el número de lectores americanos ha subido bastante últimamente, no sé si por las nuevas conexiones con la Isla. El apetito informativo que pueda tener un británico es casi igual al que pueda tener un sueco o un estadounidense. La noticia del ucraniano que intentó hundir el yate de su patrón ruso, por ejemplo, fue un bombazo en EEUU en términos de visitas.

¿Detecta intereses y preocupaciones afines entre lectores mallorquines y británicos?
— Si ponemos una foto de Palmanova en la web, eso siempre tendrá éxito en Reino Unido. Está claro que los británicos tienen un vínculo especial con Balears, pero más que el día a día les interesa todo lo relacionado con la oferta turística y cultural. En resumen, el MDB aporta todo lo que quiere saber un turista de habla inglesa para venir de vacaciones a la Isla.

¿En qué zonas de la Isla sigue teniendo sus caladeros más importantes?
— El periódico siempre ha tenido más acogida en Calvià y Pollença, que serán las zonas claves para el nuevo semanario. Y después Alcúdia, Deià, Sóller...