García-Margallo. | Teresa Ayuga

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El exministro de Asuntos Exteriores José Manuel García-Margallo repasó este martes en Illetes la situación en la que se encuentra España y la coyuntura económica en la que coinciden la salida de la COVID-19 y el conflicto en Ucrania.

Vamos de sobresalto en sobresalto, ¿no?
—Han coincidido muchos factores externos. España crecía muy bien hasta 2005. Tuvimos la crisis y la salida fue un programa de austeridad que no favoreció. Ahora nos hemos encontrado con la COVID-19 y la reacción de Europa ha sido mucho más rápida, enérgica e inteligente. Se han flexibilizado las ayudas nacionales para que cada país rompiera el cerdito de sus ahorros para ayudar y la bomba nuclear, que han sido los fondos europeos. Lo que ocurre en Ucrania con los precios de la energía y de la inflacción ha provocado un empobrecimiento colectivo.

¿Toca recortar esos estímulos?
—El Banco Central ha terminado el programa de compras pandémicas y está frenando el programa ordinario de compra de activos. A partir de ahí solo se invertirá en compra de papel nuevo. Para España y su financiación es serio.

¿Preocupado?
—Es para estarlo porque hay que colocar 300.000 millones en en el mercado y tenemos tres problemas estructurales: el paro, el déficit público y la baja productividad. Son tres asuntos que tenemos que resolver de una vez por todas y exigiría un gran acuerdo nacional. Se parece mucho a lo que ocurrió en 1973, que en España hubo que abordar en la Transición.

¿Unos pactos de La Moncloa?
—Se necesita una concertación de los grandes partidos. Hay necesidad de ella. No hay más que ver lo que pasa en Francia. Cuando los partidos no responden a las necesidades de los ciudadanos, los ciudadanos desertan y en Francia los dos grandes partidos, los republicanos de De Gaulle y los socialistas de Miterrand, han desaparecido. En España se produce una fragmentación en 2008 y ahora vamos por Soria Existe.

Pero el PP sólo pacta con Vox y el PSOE con Podemos.
—En esto, y suelo ser bastante objetivo, hay una responsabilidad mayor del PSOE. Esta apuesta por la política de bloques empieza en el pacto del Tinell en 2003 cuando se comprometen a un cordón sanitario con el PP.