La facilitadora relacional, Nohemí Hervada, que trabaja además en el empoderamiento y liderazgo de mujeres, abordó las definiciones de los tipos de violencia psicológica más habituales en la actualidad y se dirigía a todo tipo de público.

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La llegada masiva de internet ha sacado a la luz nuevas formas de acoso del siglo XXI que son invisibles. Patrones que, de cada vez más, están más presentes en jóvenes y adolescentes y cuesta detectarlos. Así se les llama a las violencias psicológicas que no dejan huella pero están ahí, tanto en el amor, trabajo o etapa escolar. Son conductas para dañar, controlar o hacer que una persona actúe en beneficio del otro sin consenso que, en definitiva, solo buscan controlar a la víctima. El Hospital Sant Joan de Déu, en Palma, organizó ayer unas jornadas para hablar de las violencias psicológicas de la mano de la analista conductual y facilitadora relacional Nohemí Hervada. ¿Qué son el mobbing, bullying, ghosting, gaslighting, o love bombing?¿Cómo se pueden detectar?

Nohemí Hervada planteó una serie de definiciones para abarcar aquellas conductas que hoy vemos en todo nuestro entorno. El ‘mobbing’ significa acoso o abuso y se produce dentro del ámbito empresarial y puede abarcar escenarios muy amplios, desde sobreponer trabajo al empleado hasta ignorarlo por completo. Esto incluye, a su juicio, «amenazas o aislamiento social dentro del propio ámbito laboral». Hervada explica que, al detectarlo, «preguntemos, observemos si detrás de todo eso hay maltrato y por parte de quién. Para estos casos, es mejor guardar pruebas para denunciar un caso de mobbing».

Otro tipo de violencia psicológica, muy parecida al 'mobbing' es el 'bullying, pero, a diferencia, desde el ámbito educativo. Uno de los agravantes que puso sobre la mesa en este caso es que, mientras un adulto puede dejar el trabajo, un niño, víctima de este hostigamiento, no. Aparte de eso, destacó que, «por ser menores, se les considera que tienen menos valor que una persona mayor. Así, el joven está ante la palabra de un adulto (acosador) o un grupo (acosadores)», y añadió la importancia de analizar el entorno por si, detrás de un caso de bullying, puede haber otras violencias transversales. ¿Cómo evitar o detectar este acoso? «Si les enseñamos al niño a que nadie tiene derecho a hacerles daño, van a crecer conscientes de que cualquier intento de violencia está mal».

Malas relaciones

La experta también mencionó nuevos conceptos de acoso en la pareja que han surgido en los últimos años, y más con la llegada de internet, como por ejemplo el ‘ghosting’, la nueva forma de desaparecer. La palabra significa fantasma y se refiere al momento en que una persona, sin aviso ni razón, en un contexto donde hay sentimientos por en medio, desaparece. «La sensación que produce a la víctima es de confusión y duda, y más si hay una relación afectiva», destacó la analista conductual. En algunos, casos, adviertió, «reaparecen, sobre todo cuando la víctima empieza a desengancharse para, al final de todo, dar falsas esperanzas». El fenómeno conocido como 'gaslighting' es una forma de manipulación, en la que una persona intenta volver loca a la víctima. Sobre todo se da en situaciones de pareja y buscan pone en duda su criterio. «Palabras como ‘es que eres una exagerada, tranquilízate, estás loca’ son las más habituales», dijo Nohemí que, añadió, «es uno de los efectos que tiene el amor idealizado, el romanticismo tóxico».

En los extremos del amor, Nohemí recordó el 'love bombing', que hace referencia a un «bombardeo» de amor hacia una persona, llega a crear adicción y es un tipo de violencia que se ve en personas narcisistas, así como el 'breadcrumbing' tiene que ver con lo opuesto, el dar poca atención, ser más duros y fríos con una pareja, según apuntó Nohemí Hervada; dar a cuentagotas amor «para tener a la persona en tus manos. Este tipo de personas estudian antes el perfil de la víctima». El ‘Benching’, nueva referencia, es otra forma de abuso emocional. Como explicó Nohemí, es la técnica de «dejar pendiente» o mantener a la persona en el banquillo –sería la traducción más próxima a benching–. «Es como contigo pero sin ti, el no acabar de soltarte y por ello no te dejo. En este caso, la persona que victimiza no tiene la madurez suficiente para enfrentarse a la relación».