Eva de Castro, Jimena Jiménez y Ana Hellín en Espai Donasana.  | Jaume Morey

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«En la mayor parte de la historia, ‘Anónimo’ era una mujer». Es la célebre frase de la escritora Virginia Woolf que adorna la camiseta de Jimena Jiménez, médica, feminista y una de las impulsoras de la primera biblioteca feminista que tiene Mallorca desde hoy dentro del Espai Donasana, en Santa Catalina. «Se me ocurrió esta idea porque tengo muchos libros en casa escritos por mujeres y porque los datos que doy siempre muestran cierta discriminación en la literatura hacia ellas. En la Real Academia Española, fundada en 1713, han formado parte 486 académicos y solo 11 han sido féminas. En el Nobel de Literatura, que empezó en 1901, ha habido 101 ganadores de los cuales 15 fueron escritoras».

La biblioteca feminista, que cuenta con más de 500 obras, compagina literatura y ensayo. La idea, en la que también han participado las otras mujeres del Espai, Eva de Castro, Ana Hellín, Carmen Sánchez, Nina Parrón y María José Hernández, consiste en que la gente pueda inscribirse con un único donativo de cinco euros «que le permitirá alquilar los libros que les interese», añade. Es una forma «de hacer barrio», sostiene, y por eso anima a que la biblioteca vaya creciendo con el tiempo. Las impulsoras darán a conocer más detalles de este santuario de la mujer hoy a las 12.30 horas, coincidiendo con Sant Jordi. El Espai Donasana se abrió en 2005 como un local dedicada a la medicina alternativa.De hecho, las fundadoras son profesionales de la salud. La nueva colección de libros también cuenta con unas baldas con decenas de películas dirigidas o escritas por mujeres, que se proyectan una vez al mes. La próxima será el día 26 de abril coincidiendo con el Día de la Visibilidad Lésbica.

Mallorca

Jimena considera que, aunque este tipo de creaciones apenas se ven en Mallorca, sí se van haciendo cosas para divulgar «todo aquello que han hecho las mujeres y que han permanecido escondidas». En el caso de las escritoras, «les ha sido difícil llegar a las librerías», y en cierto aspecto, esta biblioteca las homenajea: «Es una oda a las escritoras que, en la historia, han quedado en la    sombra, como fue el caso de María de la O Lejárraga, quien escribió más de cien libros, pero todos ellos bajo el nombre de su esposo, quien obtuvo la fama».