María José Aguiló es la vicepresidenta de la FEHM.

TW
0

María José Aguiló es la vicepresidenta ejecutiva de la Federación Empresarial Hotelera de Mallorca y, como tal, es una gran conocedora de la actual situación.

¿Están teniendo problemas los hoteles de Mallorca para conseguir empleados en los perfiles demandados?

– No es un problema exclusivo de Mallorca, se da en todos los destinos turísticos, aunque no por ello deja de preocuparnos y de ocuparnos.

¿Temen que resulte imposible para algunos de ellos poder cubrir las plantillas?

– Además de los procesos habituales, las empresas hoteleras están recurriendo a fórmulas tipo ‘job days’ o a eventos de reclutamiento para ampliar el zoom de sus búsquedas, al objeto de contratar las plantillas necesarias para prestar atención al servicio del cliente.

¿Se trata de un problema de mano de obra o más bien de cualificación –experiencia, idiomas, formación–?

– Es una suma de ambas. Por una parte, durante la pandemia hemos visto cómo se ha producido un trasvase de trabajadores a otros sectores que no se vieron tan afectados por la parada de actividad. Sigue habiendo un importante desajuste entre los planes formativos y la evolución de los sectores empresariales. En una comunidad como la nuestra los idiomas son imprescindibles y sin embargo vemos como aún se presentan candidatos que no reúnen las competencias lingüísticas suficientes.

¿Les consta que este año los trabajadores de temporada que llegaban desde la Península hayan dejado de hacerlo?

– En Balears tenemos un problema con el precio de la vivienda, que cada vez se encarece más y hay menos oferta disponible y eso resta atractivo a los trabajadores que vienen desde la Península para reforzar los servicios de temporada y esto no les pasa solo a los trabajadores del sector turístico.

¿Podría asemejarse la situación en Mallorca este próximo verano a la vivida en Ibiza antes de la pandemia?

– Cada isla tiene sus particularidades. El desajuste entre las competencias profesionales y los puestos de trabajo hace que haya que invertir en la formación del capital humano sin garantía de que tenga continuidad en la empresa. Tenemos un problema importante en la productividad. Hay un reto mayúsculo en Balears en esta materia, tal y como manifestó el índice de Competitividad Turística de la Fundación Impulsa.