El doctor Sergio Builes es cirujano general de la Clínica Rotger y coloproctólogo.

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La Clínica Rotger ha empezado a aplicar el láser diodo, un procedimiento mínimamente invasivo, como tratamiento de la enfermedad hemorroidal. Se trata de una cirugía sin dolor postoperatorio, con una alta efectividad de cerca del 90 %, capaz de reducir el tamaño y los síntomas producidos por las hemorroides. «Es una técnica rápida que dura entre 10 y 15 minutos y que consigue la retracción de la hemorroide mediante el cierre de los vasos sanguíneos que riegan el tejido hemorroidal», explica Sergio Builes Ramírez, cirujano general y coloproctólogo de la Clínica Rotger.

La operación es útil para las hemorroides de tamaño medio. En este tipo de problemas hay dos opciones, por un lado «la cirugía receptiva que es cuando se quitan las hemorroides internas y externas y queda una herida. El problema es que el postoperatorio, hasta ahora, es muy doloroso», explica el doctor Builes. Por el otro, en los pacientes en que las hemorroides juegan también un papel de continencia, como es en personas mayores de 60 años y especialmente en mujeres, «es mejor conservarlas, de ahí que sea importante que el tratamiento no sea tan agresivo». La enfermedad hemorroidal es una patología muy frecuente que consiste en la inflamación de los vasos sanguíneos en el ano. Habitualmente produce incomodidad, picor y sangrado anal, unos síntomas que varían según la gravedad. Si las molestias no mejoran con un cambio de dieta y cremas, o si los síntomas empeoran, es recomendable acudir al médico. «No va por edad, le sucede a jóvenes y mayores y está relacionado con el estreñimiento, que es el principal factor de riesgo», explica el experto.

Durante los meses de confinamiento por la pandemia, «hubo un aumento importante de pacientes que llamaban porque comían peor, se movían menos y eso aumenta el estreñimiento», añade. Este tratamiento presenta múltiples ventajas puesto que no es necesario extirpar tejido y se mantiene la funcionalidad del ano. Al no haber una herida abierta, se reduce el dolor, las molestias y las complicaciones, así como el tiempo de recuperación. «Una vez realizado el tratamiento, el paciente puede volver a su actividad rutinaria de forma inmediata sin molestias y ninguna limitación», asegura Builes.