En la actualidad, la titularidad del recinto es de la Conselleria de Salut pero no siempre fue así. | Archivo UH

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El primer edificio ubicado en lo que hoy se conoce como hospital Psiquiátrico fue el convento de Jesús, también llamado Nostra Dóna dels Àngels, y lo fundaron los padres franciscanos de extramuros en 1441, según la memoria histórica que maneja Salut. La iglesia, de construcción gótica, tenía una sola nave y se levantaba sobre arcos sostenidos por contrafuertes. Posteriormente, en 1593, se construyó también un claustro.

En el siglo XIX, con la desamortización de Mendizábal de 1835, el abandono del convento fue irreversible y todavía hoy se conservan las ruinas. En 1901 se puso en marcha el Pla Calvet, el primero que contempló la urbanización del ensanche de Palma, y cinco años después, el mismo rey Alfonso XIII colocó la primera piedra de lo que sería el Manicomio Provincial, también conocido como Clínica Mental de Jesús, ahora hace ya 116 años. Su arquitecto fue Guillem Reynés Font quien, en su día, planteó un proyecto novedoso por la forma de entender, en aquella época, el trato a los pacientes. Tras la primera piedra tuvieron que pasar cinco años más para ponerlo en marcha, en 1911, cuando acogieron a los primeros demandantes, aunque las obras, que ya se sabe que siempre se alargan, terminaron definitivamente en 1920.

En aquella época se llevó a cabo la ampliación del pabellón de mujeres, construido en el ala norte, y además hubo sucesivas construcciones y ampliaciones dentro del recinto, que se extendieron hasta 1958. De forma paralela a la aceleración de la ampliación del ensanche, también se fueron modificando los usos de las dependencias del Psiquiátrico cuyo nombre se popularizó como tal en los años setenta.

No fue hasta 2018 cuando el hospital dejó de acoger residencias. La última fecha que hay que señalar en el calendario de esta historia es 2020, unos cien años después de aquella primera piedra, y cuando empieza esta nueva y profunda transformación en un completo recinto sanitario. Las actuales reformas se enmarcan dentro del Plan Estratégico de Salut Mental de Baleares 2016-2022 y plantean la reorganización de los espacios y la creación de otros nuevos. Un proyecto que además se abre a la población con la intención de dejar atrás estigmas del pasado.