Salvà es directora del Museu de Mallorca. | Jaume Morey

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La cultura es tal vez el ámbito más propicio para el debate, para repensar y cuestionar comportamientos y patrones de nuestra sociedad aunque cueste y escueza. Sin embargo, eso no quiere decir que sea un territorio exento de obstáculos para las mujeres. Sobre todas estas cuestiones reflexionan Maria Gràcia Salvà, que está al frente del Museu de Mallorca; Imma Prieto, responsable de Es Baluard Museu d’Art Contemporani; Margarita Pérez-Villegas, directora de CaixaForum Palma, y Carme Castells, que lidera la Fundació Mallorca Literària.

Maria Gràcia Salvà
DIRECTORA MUSEU DE MALLORCA

Sobre cómo asume su cargo, Salvà reconoce que no se encuentra con tantas dificultades porque «me puedo dedicar al trabajo a tiempo completo». Sin embargo, asegura que «hay muchas mujeres que sí tienen problemas para compaginar su vida personal con la profesional». «La dirección del museo requiere muchas horas y dedicación completa, tienes que estar dispuesta a trabajar fines de semana y festivos», afirma.

En cuanto al panorama actual, declara que «por suerte, en Balears la mayoría de los museos más importantes, a excepción de la Fundació Miró Mallorca, están dirigidos por mujeres». Así las cosas, Salvà avanza que «el futuro lo veo nuestro, sobre todo en el sector cultural, un terreno que nos interesa especialmente». En este sentido, destaca que «somos voluntariosas, trabajadoras y nos interesa mucho el mundo de la cultura, algo que se pone de manifiesto en la presencia de la mujer en este sector». «Todavía falta mucho camino por recorrer, por ejemplo en términos de conciliación. No estamos en igualdad».

Imma Prieto
DIRECTORA ES BALUARD MUSEU

«Creo que ya hemos superado la idea retrógrada de que el feminismo es una guerra entre hombres y mujeres; tenemos claro que afecta a todas las áreas de nuestra sociedad», sostiene Prieto. «Pienso que es importante abordar los trabajos desde posicionamientos feministas, hombres y mujeres de la mano», matiza.

La directora de Es Baluard señala que «ser mujer conlleva problemáticas, tienes que demostrar las cosas más veces que los hombres y somos diana de juicios, críticas y observaciones que los hombres no tienen que sufrir». Por ello, la clave es el «diálogo y la comunicación», así como «asumir que el cambio no es una opción sino el único camino posible para construir un futuro digno».
Por otra parte, avisa de que trabajar estas transformaciones en el mundo de la cultura resulta más fácil porque «son espacios que generan pensamiento y espíritu crítico». «Nos queda un largo camino por recorrer a todos los niveles. Es necesario y urgente hacer un replanteamiento integral de nuestra existencia en la tierra como seres humanos», insiste.

Margarita Pérez-Villegas
DIRECTORA CAIXAFORUM PALMA

Para Pérez-Villegas, dirigir este espacio es un «reto continuo, que exige dar lo mejor de uno mismo». Respecto a las dificultades que se ha encontrado por ser mujer lamenta que «tradicionalmente el mundo de la gestión ha sido un mundo de hombres. Y, de un modo u otro, esto condiciona la carrera profesional de las mujeres, por las dinámicas que subyacen y de las que a veces no somos plenamente conscientes», razona. Así, considera que «se está lejos de la paridad en muchos ámbitos, también en la cultura».

Pérez-Villegas hace referencia a los indicadores del Ministerio de Cultura que señalan que del total del colectivo que trabaja en el mundo cultural, el 41 % son mujeres y el 58 %, hombres. «De acuerdo con los datos oficiales, las mujeres en posiciones de máxima responsabilidad en instituciones culturales no superan un tercio del total. Es una realidad que debe abordarse desde el talento y la diversidad. Con todo, en CaixaForum Palma no se da esa situación, pues la mayoría son mujeres», concluye.

Carme Castells
DRA FUNDACIÓ MALLORCA LITERÀRIA

«Estamos mejor que nuestras abuelas, pero a la vez también peor porque somos más conscientes de las dificultades y desigualdades que sufrimos», resume Castells. «Como a todas, ser mujer nos condiciona el trabajo y creo que muchas sufrimos agresiones en nuestro día a día. Es verdad que a veces no con mala intención, pero eso tampoco tiene que ser el pretexto».

No obstante, celebra que «cada vez hay más mujeres ocupando cargos de responsabilidad, algo muy esperanzador para las futuras generaciones. La nuestra, por desgracia, no tenía estos referentes». De hecho, destaca que su equipo está formado mayoritariamente por mujeres. «Creo que ofrecemos una mirada diferente, más integradora, de que es posible más de una visión de las cosas», apunta. Como líder de la Fundació, afirma que «prestamos más atención a los referentes femeninos que en décadas anteriores no fueron suficientemente valoradas».