El Pla Territorial limita que las parcelas puedan ser vaciada por completo (como en la imagen). | Teresa Ayuga

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Los propietarios de solares con más de un 50 % de pendiente que quieran edificarlos tendrán que preservar en estado natural, como mínimo, la mitad del espacio restante no construido, según explica la consellera insular de Territori, Maria Antònia Garcías. En la práctica, esto impide que se puedan excavar por completo este tipo de terrenos que en Mallorca representan hasta 362 hectáreas, un 16,7 % del suelo vacante. La restricción se incluye en la última y tercera modificación del Pla Territorial Insular (PTI), que también estima que en la isla hay unas 20.397 hectáreas de suelo urbano y un suelo vacante de uso residencial de 2.160.

La medida afecta especialmente a solares ubicados en urbanizaciones como Son Vida (Palma), Canyamel (Capdepera) y Cala Llamp (Andratx), donde muchas parcelas son vaciadas por completo con excavadoras que eliminan toda la vegetación. «Esto destruye el paisaje, porque se sustituye un terreno natural por otro completamente construido», afirma la consellera.

En el plan se afirma que el impacto paisajístico que tienen estas intervenciones modifica «radicalmente» la topografía, incluso cumpliendo con los parámetros edificatorios de los planeamientos municipales. El objetivo de la medida es «evitar la destrucción de las pendientes naturales que son transformadas en bancales urbanizados sin vegetación», según el pleno.

Para comprender el grado de inclinación que tienen estos solares hay que tener en cuenta que un 50 % de pendiente equivale a que por cada 100 metros planos el terreno asciende 50. Como ejemplo, Garcías recuerda que una cuesta de un aparcamiento no puede superar más de un 20 % de inclinación. La consellera dice que la restricción introducida va en consonancia con los criterios de protección de paisaje y de mitigación del cambio climático que vertebran el plan. «Sin reducir edificabilidad y aprovechamiento de la parcela, pedimos que se construya de otra manera», comenta.

El director insular de Territori i Paisatge, Miquel Vadell, explica que en los años sesenta no había capacidad técnica ni económica para que se pudieran excavar completamente las parcelas. En esa época los chalets se hacían más bajos y no se quitaban los árboles. Ahora, en cambio, sí que hay recursos, y Vadell considera que las parcelas se convierten en «canteras», pues se retiran miles de metros cúbicos de tierra. Además, dice que por mucho que al acabar la obra se plante vegetación decorativa, el impacto visual sigue siendo muy grande.

Conservar el espacio libre sin modificar y en estado natural significa «garantizar una superficie permeable de manera que se interfiera al mínimo posible el ciclo natural del agua», según el documento. El texto también dice que mantiene las condiciones naturales de la vegetación autóctona como un valor ecológico «fundamental» que ayuda a proteger el territorio.

El apunte

Conservar «el verde urbano»

En el artículo sobre medidas para minimizar el impacto en suelos con más de un 50 % de pendiente, recogido en la modificación del Pla Territorial Insular, se dice que limitar la excavación de los solares conserva el «verde urbano». Esto favorece la salud pública porque establece una relación de bienestar entre el ser humano y el medio que habita, según el documento.