Procesionaria en la zona del parque de Torre d'en Pau en el Coll d'en Rabassa. | Carla Sanz

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La aparición de la oruga procesionaria (Thaumetopoea pityocampa) que afecta al pino se ha adelantado este año a consecuencia de la falta de lluvia y las altas temperaturas diurnas. Los pinares de jardines, parques y explotaciones forestales de algunos puntos de Mallorca se encuentran desde finales de enero con grandes ‘bolsones’ de procesionaria, incluso en algunos puntos la oruga ya ha bajado de los árboles, un hecho que normalmente sucede a principios de marzo coincidiendo con el inicio de la primavera.

En algunas zonas de la Isla ya se ha procedido a eliminar los ‘bolsones’ de orugas para evitar una mayor proliferación. En Palma, el servicio de parques y jardines realiza un seguimiento anual de la procesionaria en las zonas más boscosas. Desde el mes de julio vigilan los vuelos y determinan dónde hay más concentración de estos insectos. Según informan desde el consistorio palmesano, esta temporada se ha actuado eliminando bolsas de forma manual durante el mes de enero, antes de que salgan las orugas, en espacios como el bosque de Son Quint, es Carnatge y también en el bosque de Bellver en la parte próxima a los caminos y el parque infantil.

Por su parte, la Conselleria de Medi Ambient i Territori empezó en el mes de septiembre, de acuerdo con el ciclo de vida de la procesionaria, el tratamiento terrestre en fincas publicas, áreas recreativas, árboles, refugios, ermitas y santuarios de las Islas. Además, han instalado este año cien nuevas cajas de refugio para insectos, actualmente hay más de 550 en todo el archipiélago. Desde Medi Ambient recomiendan, sobre todo durante el mes de enero y principios de febrero, retirar de forma manual en las fincas privadas las bolsas de los árboles. El Servei de Sanitat Forestal aconseja eliminarlas de las partes bajas de los pinos podando y siempre protegidos. En las partes altas, se puede hacer con escopetas, aunque recuerdan que se requiere autorización de los técnicos medioambientales. Durante los trabajos se debe evitar en todo momento entrar en contacto con el animal y, una vez retirado, deben quemarse por completo.

Cabe recordar que, además del daño que causan al pino, la procesionaria puede causar graves problemas para la salud de las personas y los animales. Cada oruga cuenta con unos 500.000 tricomas a lo largo de su cuerpo que, al contacto con la piel, puede llegar a generar diversas reacciones alérgicas debido a la liberación de histamina. En el caso de los animales, si ingieren el insecto, puede llegar a ser letal e incluso ocasionales la muerte. En caso de una reacción alérgica severa se debe acudir rápidamente al médico o, en el caso de las mascotas, al veterinario.