Imagen de las urgencias.

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Nueva jornada en Urgencias, pero misma situación que en días anteriores. Son Espases volvió a sumar este miércoles una cuarentena de pacientes pendientes de cama, y en Son Llàtzer rozaban la treintena, según personal que trabaja en este servicio. Escuchar a la consellera de Salut, Patricia Gómez, diciendo que los pacientes «no están en cualquier sitio, están atendidos 24 horas por profesionales y tienen cierta intimidad», no ha sentado bien entre los profesionales de este servicio.

«Agradeceríamos que pasara a ver cómo están, y cómo estamos trabajando allí», respondía la representante del Sindicato Médico, Carolina Pérez. La reacción de un médico de Urgencias de Son Llàtzer consultado no difería: «Lo que tendría que hacer es pasar un día con nosotros y así recordaría cuando trabajaba de verdad, y no en un despacho, porque está visto que se ha olvidado de sus inicios». En este centro, este miércoles acogían a un paciente de 56 años que ingresó en Urgencias el domingo por la mañana y «todavía espera cama», explicaron. Y eso que desde la gerencia aseguraron el martes que tenían plazas libres.

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Con todo, la consellera Gómez admitió las críticas y se mostró dispuesta a recoger las propuestas de las organizaciones sindicales aunque en el caso de Son Espases apuntó que las Urgencias se han mejorado y ampliado. «Ha dicho que se reformaron para que los pacientes tuvieran una corta estancia… pero no para que hubiera más de 40 esperando una cama», insistió la doctora Pérez.

Desde el hospital de referencia reconocen que la situación está tensionada y que llevan varios días con un volumen alto de Urgencias. Se trabaja en ello, dicen, las intervenciones se han reducido un 50 % pero no se han dejado de hacer porque las listas de espera también son una prioridad. Por otra parte, admiten que no hay capacidad de derivación a centros concertados o privados porque también están llenos. El miércoles había 473 pacientes ingresados, sólo a causa de la COVID. De éstos, 83 (algo menos que en días anteriores) estaban en una UCI.

Los indicadores de la pandemia siguen a la baja pero la presión continúa en los hospitales. Ayer se notificaron 1.673 nuevos casos pero habrá que fijarse en la positividad, pues el uso de los autotest hace que las cifras no sean del todo fiables. En la última semana, el 28 % de las pruebas fueron positivas.