Las compras de grandes inmuebles en el centro se han multiplicado en los últimos años y ahora se están traduciendo en un buen número de obras para convertirlos en viviendas de alto standing en manos extranjeras. | Jaume Morey

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Los precios del lujo de París, Londres o Estocolmo han llegado al Casc Antic de Palma. Así lo confirma Harley James, de la inmobiliaria Building Palma, especializada en inmuebles del centro de Ciutat, que asegura que se han llegado a pagar máximos de hasta 20.000 euros el metro cuadrado. Aunque llama la atención esta cifra récord, la horquilla de precios más habitual para las viviendas en este enclave oscila entre los 9.000 y los 15.000 euros el metro cuadrado. La presidenta del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria, Natalia Bueno, no se extraña de los precios y confirma que «el lujo no ha parado de subir de precio. El 35 por ciento de las ventas que se llevan a cabo en Mallorca son de extranjeros y de éste, el 10 corresponde a trabajadores foráneos y el otro 25, de inversores que buscan propiedades de lujo».

Por su parte, el responsable de la oficina de Engel & Volkers en el Casc Antic, Terence Panton, confirma que esta cifra récord «se ha dado en propiedades únicas. Lo habitual en el centro es que el precio oscile entre los 10.000 y los 13.000 euros el metro cuadrado. Son clientes de altísimo poder adquisitivo que busca terraza, aparcamiento, vistas al mar y altas calidades. Se trata de un cliente muy exigente».

Mónaco

«Somos el nuevo Mónaco», señala James, que desde 2017 confirma la demanda disparada de inmuebles de lujo en el centro. Eso sí, estos precios disparados en las viviendas de Palma deben reunir una serie de condiciones especiales: «Una buena calle, con edificios renovados de alto standing, planta noble y en el centro de la ciudad». Calles como Montision, d’en Morei, Colón, la Rambla, Sant Jaume o Sant Feliu podrán alcanzar ya estas cifras en este Monopoly en el que el Casc Antic ya juega en ligas europeas.

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«Ahora tengo un cliente que quiere un ático de 300 metros cuadrados con vistas al mar y está dispuesto a pagar cuatro millones de euros», señala James. Este rango de precios se repite por la Calatrava, la Seu o Montesión, donde millonarios de todo el mundo están buscando casales o edificios unifamiliares con un tamaño de entre 1.000 y 1.500 metros cuadrados y por los que se están pagando ya reformados entre 12 y 25 millones de euros. Estas propiedades de ultralujo cuentan con unos seis baños y seis habitaciones y desde la inmobiliaria Building Palma advierten que los compradores son «propietarios de grandes firmas internacionales conocidos por todos».

El problema al que se enfrentan muchos de estos inmuebles es que tienen problemas para tener un aparcamiento, una condición indispensable para los compradores de alto standing. «Hay mucho interés por parte de los inversores por comprar edificios para reformar. Pese a que no compran tantos edificios como quisieran, todavía queda algo», explica James. El perfil del vendedor de estos inmuebles de alto valor histórico y arquitectónico, lo que explica también esos precios, es un 50 por ciento de extranjeros que se deshacen de su propiedad adquirida hace unos años. La otra mitad corresponde a «herederos mallorquines, siete u ocho hermanos que no se ponen de acuerdo con quien rehabilita la propiedad y la acaban vendiendo».

Panton advierte que «los ultrarricos tienen liquidez y buscan inversiones para sortear la inflación y los tipos de interés negativo. Por eso los nordeuropeos han elegido Mallorca para invertir su dinero. En 2020    tuvimos los mejores resultados de la historia en toda laIsla». James afirma que «esto precios son para palacetes especiales. Pero también hay vendedores con los precios inflados y el cliente es listo: solo está dispuesto a pagar lo que realmente lo vale».