Arthur Leblanc cuida cada detalle e intenta transmitir lo mejor de cada plato en cada una de sus fotografías.

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Desde que era un niño lo tenía claro. Arthur Leblanc quería ser fotógrafo bélico o de moda, pero a día de hoy es uno de los más reconocidos en gastronomía. La web 'Tops Mejores Mallorca' sitúa a Arthur Leblanc entre los 12 mejores profesionales que realizan fotografías para empresas, bodas, hoteles y restaurantes. «Desde que tengo uso de razón he sentido una enorme atracción por los detalles y una de las profesiones que te permite captar toda clase de detalles es la fotografía», comenta Arthur, quien recuerda que su primera cámara fue una Pentax k10D de segunda mano «comprada con el dinero del trabajo del verano».

Sus inicios no fueron fáciles, a pesar de que hoy en día cuenta con cierto prestigio y reconocimiento en el sector. «Puedo decir que durante muchos años hice colaboraciones y trabajos gratis, pasando por sesiones mal pagadas. Por fin, desde hace dos años, puedo decir que hago trabajos bien pagados». Para este año, «tengo previsto ir a Londres en marzo para el nuevo restaurante de Andreu Genestra.

Estoy trabajando para un libro a nivel nacional con Koldo Royo y también me han fichado para un proyecto en Ucrania. Lo más reciente, es un libro en Amazon para el comedor social Tardor donde parte de lo que se recaude va directamente a esta asociación. Es estupendo que cuenten contigo en diferentes partes de España, porque por todo hay fotógrafos. El año pasado caí varias veces en Madrid, Valencia y Sevilla. Este año mi intención es crecer más y aportar todo lo que pueda a organizaciones sociales».

Una de las fotografías 'foodie' de Leblanc.

Cuando se le pregunta por su secreto, asegura que, «trabajo duro y constancia. Soy el primero en ponerme en la piel de un propietario que no deja de recibir golpes y aún así decide invertir y crecer». Cocinar es una de sus pasiones. «Soy una persona de buen comer y buen beber. Una de las virtudes de ver cocinar a grandes profesionales es aprender pequeños trucos. Me gusta la comida casera, como la que hacía mi madre o mi abuela».