Los últimos días del años se puedan aprovechar para adoptar una serie de medidas que permitan pagar menos a Hacienda. | Yeko Photo Studio

TW
4

El año 2021 está a punto de terminar, pero aún estamos a tiempo de adoptar algunas medidas para que la declaración de la renta de este ejercicio nos resulte lo más beneficiosa posible. Antonio Gallardo, economista de Futurfinances, recuerda que «en menos de cuatro meses comenzará la campaña de la declaración de la renta del 2021; será en ese momento cuando liquidemos los impuestos, pero el resultado ya estará predeterminado por lo que hayamos hecho este año, incluidos estos últimos días». Por ello, considera fundamental que cada persona analice fiscalmente su situación y prepare la declaración de la renta que se realizará el próximo ejercicio: deducciones y controlar los ingresos y gastos desde el punto de vista de impuestos devengados.

En primer lugar, se deben comprobar las retenciones. «Las retenciones a cuenta en nómina se calculan acorde a unas circunstancias personales que pueden cambiar a lo largo del año. Por ejemplo, el nacimiento de un hijo supone pagar menos impuestos y, por tanto, que la retención se reduzca. También puede ocurrir lo contrario y que al terminar de pagar una compra de una vivienda en la que nos hemos deducido la 'factura fiscal' suba». Gallardo explica que «por ello es importante analizar cuál es nuestra situación fiscal con respecto a pagos de retenciones y si nos conviene modificar este importe. No hay que olvidar que puede darse casos en los que la empresa o no conoce todas estas circunstancias o en algunos casos puede no estar obligada a cambiar esta retención, como en los contratos de menos de un año. En este caso, la retención mínima obligatoria es de tan sólo un 2 por ciento. Si ha tenido o tiene otros ingresos, esta retención puede ser insuficiente y el contribuyente tendrá que pagar a la hora de su declaración».

Otra opción es elevar la retención. El economista de Futurfinances puntualiza que «en términos solo financieros, no es lo más rentable, ya que anticipamos un pago que podemos abonar hasta el 30 de junio. Pero también, puede ser conveniente retener más para que cuando llegue la declaración no tengamos que pagar una cantidad más alta».

Planes de pensiones. «Tradicionalmente, una de las mejores opciones para variar este resultado es contratando productos que generen deducciones fiscales o realizando aportaciones a la misma. De todos ellos destacaban los planes de pensiones u otros productos de previsión para la jubilación, aunque su atractivo ha disminuido al poder deducirse solo aportaciones de hasta 2.000 euros», explica.

Analizar todas las deducciones y justificar las mismas. «Otro ejemplo claro de maximizar nuestras deducciones lo conseguiremos estudiando las deducciones, especialmente del tramo autonómico del impuesto y las posibles donaciones. Actualmente, aunque hagamos una sola declaración, distribuimos la cantidad a pagar en dos tramos, uno para el Estado y otro para la autonomía. Estas tienen deducciones de todo tipo y variables según la comunidad: libros de texto, gastos de cuidado de menores o de ascendientes mayores de 65 años, cursos de idiomas…». También son importantes las donaciones, ya que en aquellas entidades en las que se iguale o aumente con respecto a años anteriores supone una deducción superior.