Reacciones a la llegada de Papá Noel a Mallorca. | Youtube Ultima Hora

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Papá Noel ha llegado a Mallorca. Carreras por los pasillos, gritos de sorpresa y mucha ilusión. Así se han despertado muchos mallorquines, impacientes por ver qué les había dejado esta noche Papá Noel bajo el árbol. Los más pequeños han sido las estrellas de esta mañana, y es que, según fuentes a las que ha tenido acceso este periódico, desde el Polo Norte han querido agradecer este año el esfuerzo y la responsabilidad de los más peques.

En casa de Maria, vecina de Manacor de 5 años, Papá Noel ha entrado por la ventana y, al parecer, tenía tanta prisa que ha dejado los regalos esparcidos por toda la vivienda. Así, este sábado, Maria ha ido en busca de regalos: «¡Mira, allí debajo de la ventana hay otro!». Toda una aventura con la que empezar el día de Navidad. Parece que esta pequeña mallorquina se ha portado de maravilla este año, pues desde el Polo Norte le han traído exactamente lo que había pedido: un coche teledirigido, que correrá sus primeras carreras esta misma mañana en el parque. También le han traído un coche -aunque no teledirigigo- a Unai Pérez, palmesano de 17 meses. Eso sí, Unai ha mostrado más interés en comerse el papel de regalo que en el propio coche.

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Sin embargo, los regalos estrella han sido, un año más, los tecnológicos. Al menos, para los más mayores. Ha sido el caso de Juanito, de 10 años, que esta mañana no ha podido contener los gritos al desenvolver el paquete: «¡¡Un móvil!! ¿¿Un móvil??», gritaba mientras deshacía el envoltorio ferozmente. Ha sido tal la emoción que casi ni se lo creía al verlo: «¿Pero es de verdad?». A César, vecino de 11 años de Palma, también le ha traído un regalo tecnológico: «Alexa». Nada más descubrirlo, se ha puesto manos a la obra para ponerlo a punto.

Además de la tecnología, esta Navidad los regalos más populares que ha dejado Papá Noel han sido los «bebés llorones», las consolas de videojuegos, los patinetes eléctricos y otros más clásicos como bicis o juegos de mesa. Por lo general, este año los duendes lo han tenido un poquito más difícil por conseguir los requerimientos de las cartas. La crisis económica y la de suministros se lo han puesto difícil, pero la magia del polo norte ha hecho posible que, al fin, hayan llegado los presentes.