Imagen de la votación de las cuentas para 2022 en el pleno del Consell de Mallorca este jueves. | Redacción Digital

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El pleno del Consell de Mallorca ha aprobado este jueves sus presupuestos para 2022, por 519,6 millones, con un aumento del 5,3 % respecto a los del presente ejercicio, con el apoyo de los partidos del pacte, la abstención del Pi, y el voto en contra del resto de la oposición. El conseller de Hacienda, Josep Lluís Colom, ha asegurado que «es un buen presupuesto, con la mayor dotación en políticas sociales de la historia del Consell de Mallorca, para la recuperación económica post-pandemia y la cohesión social, para evitar una salida desigual de la crisis».

Ha defendido que permitirá blindar las políticas medioambientales y que pone las bases para las políticas de inversión que estimularán al sector productivo, canalizando la llegada de recursos en forma de fondos europeos, remanentes de tesorería, factor de insularidad del régimen especial y la gestión de la bolsa de alojamientos turísticos. Colom ha recalcado que los presupuestos contarán «con más recursos que nunca», hasta 519,6 millones de euros, que el Consell de Mallorca prevé que se irán incrementando a medida que vayan llegando los recursos previstos, hasta llegar «a una cifra aproximada de 600 millones». Ha explicado que una primera partida de esos recursos adicionales ya ha llegado desde el Govern, con los 16,5 millones firmados este lunes. El conseller de Hacienda ha asegurado que es un presupuesto municipalista y supone «una apuesta clara por las políticas sostenibles y la circularidad y que ha de liderar el proceso de creación de riqueza» que quiere impulsar el Consell.

El ejecutivo insular ha desestimado las reclamaciones planteadas por el PP por los remanentes y Colom ha destacado que el proyecto de presupuestos «se ajusta a la ley». El portavoz del grupo popular, Llorenç Galmés, ha acusado al ejecutivo insular de «dejar abandonados a los alcaldes de Mallorca», sobre todo de los municipios más pequeños, con los presupuestos de 2022 que ha tildado de «irresponsables e imprudentes». Ha acusado además al gobierno insular de «mala planificación» en materia de ingresos. «Es una lástima que los presupuestos más altos de la historia de la institución no tengan más rendimiento para los ciudadanos», ha criticado Galmés.

La consellera de Ciudadanos Beatriz Camiña ha criticado que los presupuestos «no reflejan los problemas reales de los mallorquines y no están bien fundamentados, no se sostienen, con previsiones de ingresos infladas». Camiña ha rechazado las cuantiosas partidas destinadas a comunicación, «propaganda y autobombo». Por parte de Vox, Toni Gili ha tildado los presupuestos de «una estafa plagada de eufemismos» y ha dicho que «solo buscan la perpetuidad de la izquierda en el poder, poniendo la institución al servicio de los partidos que sustentan al gobierno insular» y que llevan «al esperpento el feminismo más radical». Ha denunciado su «falta de compromiso con los mayores» y ha dicho que dejan en la estacada a los jóvenes.

El conseller del Pi Pere Soler ha explicado la «abstención positiva» de su grupo porque el equipo de gobierno ha atendido «bastantes» de sus demandas, entre las que ha destacado «importantes inversiones en carreteras por valor de más de 8 millones de euros y una cuantía importante para adecuación de centros de menores». Soler ha precisado que considera que los presupuestos deberían ser más equitativos y atacar problemas derivados de la crisis de la COVID-19, con más inversiones para diversificación económica. Los portavoces de Podemos, MÉS per Mallorca y PSIB han defendido que los presupuestos respaldan que 2022 sea un año de recuperación para Mallorca.