Mallorca tiene un único municipio con inversión excelente en servicios sociales.

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Casi diez millones de ciudadanos españoles (9,8) se beneficiaron en 2020 de servicios sociales excelentes en 37 municipios, entre ellos Marratxí, mientras que 2,5 millones de vecinos de 39 localidades fueron «pobres» en inversión social: la horquilla varía desde los 243,28 euros por habitante hasta los 17,73. Así se desprende del análisis hecho por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, que por quinto año consecutivo desgrana los presupuestos que los Ayuntamientos de más de 20.000 habitantes dedican a «Servicios Sociales y Promoción Social», con datos correspondientes al presupuesto liquidado 2020 que publica el Ministerio de Hacienda y Función Pública.

En el estudio, solo un ayuntamiento balear aparece entre los 37 municipios «excelentes»: Marratxí, que ocupa la decimoséptima posición a nivel nacional. El estudio divide a los ayuntamientos en cuatro categorías: «Excelentes», donde este vez hay 37 consistorios, tres más que el año anterior; «pobres», con 39 localidades, siete menos que el año anterior; «sensibles», con veinte ayuntamientos que en el año de la pandemia incrementaron más de un 20 % el presupuesto sobre el ejercicio anterior; e «insolidarios», con 25 consistorios con inversiones inferiores a la media de gasto que redujeron su inversión más de 5 %.

Entre los 20 «sensibles», Ibiza ocupa el cuarto lugar, Marratxí el noveno y Calviá el duodécimo. No hay ningún ayuntamiento balear entre los «pobres» ni entre los «insolidarios». Los 37 ayuntamientos excelentes suponen el 10,2 % de los 369 ayuntamientos de más de 20.000 habitantes que presentaron la liquidación, y su inversión social sumó los 1.502 millones de euros, con una media de 152,57 euros por habitante. El estudio subraya el esfuerzo hecho por sus responsables en plena pandemia.

La comunidad con mayor número de ayuntamientos con excelencia en su gasto en servicios sociales es Andalucía con catorce Ayuntamientos, seguida de Cataluña con ocho, la Comunidad Valencia con tres, Canarias, País Vasco y Castilla y León con dos, y el resto de comunidades con solo uno, salvo Asturias, Cantabria, Extremadura, Murcia, Navarra y La Rioja, que no contaron con ningún consistorio «excelente». Por capitales de provincia, fueron once las que obtuvieron la excelencia (Barcelona, Cádiz, Madrid, Sevilla, Málaga, Zaragoza, Jaén, Valencia, Huelva, Almería y A Coruña), mientras que dos fueron oficialmente pobres en servicios sociales: Toledo y Badajoz.

El Ayuntamiento con más inversión social fue el de Alcalá la Real (Jaén), con 243,28 euros por habitante, seguido por Barcelona con 230,24 y por Esparreguera (Barcelona) con 198,28. Al otro lado de la tabla están Mejorada del Campo (Madrid) con 17,73 euros por habitante, Galapagar (Madrid) con 26,73, y Aranjuez (Madrid) con 31,36. Los 39 consistorios «pobres» realizaron un gasto social por habitante inferior al 60% de la mediana y atendieron a más de 2,5 millones habitantes con inversión media de apenas 42,80 euros por persona, según subraya el informe, que destaca que dos de cada tres de estos consistorios fueron reincidentes «en un lamentable ejemplo de persistencia de sus Corporaciones» en mantener a sus vecinos privados de sus derechos en un año azotado por la crisis social.

La Comunidad de Madrid es la que cuenta, de nuevo, con un mayor número de ayuntamiento pobres en servicios sociales, con 19 Consistorios (cuatro más que el ejercicio anterior) y el 47,3% del total de los declarados pobres; seguida por la Comunidad Valenciana, con siete (tres menos que la edición anterior); Extremadura con tres; Cataluña y Castilla-La Mancha con dos; y Andalucía, Cantabria, Galicia, Murcia y Navarra con uno. El informe señala como consistorios insolidarios a 25 corporaciones caracterizadas por su «insensibildiad social» al destinar a gasto social menos que la media y además reducir esta aportación entre un 5 y un 31 por ciento en plena pandemia.

Esta lista la encabeza Mejorada del Campo (Madrid), ayuntamiento al que siguen Vila-seca (Tarragona), Santa Pola (Alicante) y Algete (Madrid). Por otra parte los 20 ayuntamientos considerados especialmente sensibles ya contaban con una inversión superior a 100 euros por habitante e incrementaron en más de 20 por ciento la inversión social con destino a sus vecinos, lo que el informe elogia como «toda una muestra de solidaridad y especial sensibilidad». Encabezan esta lista Logroño, seguido de Benidorm (Alicante), Vilanova i la Geltrú (Barcelona) e Ibiza.