Entrada de un restaurante de Menorca, controlando el certificado COVID de los clientes. | Gemma Andreu - GRUP SERRA

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La Federació de la Petita i Mitjana Empresa de Mallorca (PIMEM) cuantifica la caída de las reservas navideñas en un 50 % y de ingresos en un 40 % por la sexta ola de la COVID-19 y la exigencia de exhibir el certificado de vacunación en bares y restaurantes que acojan a más de 50 clientes. La presidenta de PIMEM-Restauración, Eugènia Cusí, y el vicepresidente, Helmut Clemens, han sostenido este martes en rueda de prensa que no está científicamente «demostrado» que bares y restaurantes son focos de contagio de la COVID.

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Además, la exigencia del certificado COVID en este sector es «legalmente cuestionable» y contrapone el derecho a la salud y el derecho a la intimidad y la protección de datos. En opinión de Cusí y Clemns, se está «estigmatizando» al sector y se está dividiendo a los clientes: unos afirman que no volverán a bares y restaurantes por tener que demostrar que están vacunados y otros que no irán si no se exige el «COVID pass». Ambos han pedido a los medios de comunicación que no sean «correa de transmisión» de las instituciones públicas y del Govern, se han preguntado dónde está la «deontología» periodística, han solicitado a los informadores que escuchen también las «voces críticas» y no solo las «oficiales».

Cusí se ha referido a la «degradación institucional» que supone que el Ejecutivo balear esté legislando sobre las restricciones, en vez del Parlament balear, por lo que «la separación de poderes brilla por su ausencia». También ha lamentado la «degradación jurídica», que es «patente» cuando las normativas autonómicas «se superponen» a la nacional.