Así las cosas, el guion de la película romántica que protagonizaron Jaume Font y Josep Melià en 2015 y que tuvo sus secuelas con la incorporación de Antoni Pastor, la renuncia de Font o el nombramiento de Antoni Amengual como presidente del PI en el último año ha dado un giro. El rumbo del partido ha virado hacia un film bélico, con escenas de espionaje y acción a lo James Bond que podría acabar como una cinta apocalíptica con la extinción del partido que hoy conocemos.
Espionaje informático y desconfianza podría ser el título del capítulo que se relata tanto en el sector oficialista como en el crítico. Se tiene constancia de que se han instalado programas de recuperación de documentos en varios de los ordenadores que se manejan en el partido y se han almacenado cientos de datos. Un movimiento que se podría interpretar como la antesala a una ‘guerra fría’, con su pertinente acumulación de armamento y de bombas informativas.
La primera batalla sin máscaras y de cara al público de la guerra que cada vez se recrudece más fue la destitución de Xisca Mora como portavoz del PI en el Consell de Mallorca. Un movimiento que el sector crítico, del que forma parte el nuevo portavoz Pere Soler, explica como un golpe encima de la mesa. Un toque de atención que quería dejar claro a la actual dirección del PI que en el Consell no puede actuar unilateralmente y que los movimientos se tienen que consensuar con los consellers insulars que ocupan su silla en le pleno de la institución insular. Y en ese escenario todavía se guardan ases en la manga porque Mora conserva la dedicación exclusiva y su sueldo en el Consell. Unos elementos que los críticos aún podrían modificar.
La dirección ha reaccionado acusando de tránsfugas a los consellers insulars Pere Soler e Isabel Febrer. Una acusación que esta semana han explicitado tanto Josep Melià como Xisca Mora. Eso coloca a los dos consellers insulars críticos ‘de facto’ fuera del PI. Eso por su supuesta voluntad de formar un nuevo partido que daría cobijo a todo el sector crítico del PI. Ellos lo niegan pero entre el llamado sector rebelde nadie esconde que esta era una posibilidad que estaba encima de la mesa desde antes de la renuncia de Antoni Amengual como presidente del partido. Era una estrategia para plantar cara a Josep Melià que ahora se vuelve a analizar desde el sector crítico en las reuniones periódicas que se mantienen a espaldas de la dirección del PI. Unos encuentros que se producen a la espera de que el comité de disciplina se pronuncie sobre la actuación de Pere Soler e Isabel Febrer en el Consell y también sobre las supuestas irregularidades cometidas en el congreso del partido que denunciaron los rebeldes del PI.
La reunión del Comité de disciplina será quizás la última posibilidad de acercar posturas entre los dos sectores del PI. Los miembros del comité tienen la difícil tarea de analizar los recientes movimientos en el grupo del PI en Consell y también de discernir si tienen fundamento las denuncias que los críticos han hecho sobre la organización y el desarrollo del pasado congreso del partido. Un congreso en el que se empezó a visibilizar y a hacer pública la división existente en la formación sin que desde entonces haya habido movimientos para intentar volver a una mínima unidad.
Todo está preparado para una eventual batalla y tanto en un bando como en otro están dispuestos a airear trapos sucios. La documentación existente es importante y además de cuestiones personales sin interés político existen facturas y documentación que podrían comprometer a más de uno.
10 comentarios
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Partido artificial de personajillos sin ninguna luz ni excelencia. Ni tienen programa ni saben, ni les importa, qué espacio ocupan en el espectro político. Fue creado con el único ansia de rascar poder. Que haya personas que les voten habla preocupadamente mal de nuestra cultura democrática.
Me han contado que una persona de este partido estuvo hace años en el Cofuc y que hizo desastres tomando medidas arbitrarias y que perjudicaron a algunos trabajadores, con lo que no me fio un pelo de esta gente.
Amic meu vine amb jo i T’ajudaré, això sempre ha existit i és per això que els partits no funcionen si no es renoven d’aquestes persones, a dins d’ells Hi ha els teus, els seus i els meus… i ina continua lluita de poder.
Que porvenir,si eso se hacen entre ellos que no harán a los ciudadanos si llegan al poder
Van a desaparecer como los de Ciudadanos. Es una lastima no tener un partido propio de Balears, nos hace mucha falta, vamos a ver cuándo dimite el Sr. Melia.
JJ SkymanEl PP actual no tiene nada de regionalista ni de centro. Ahora más que nunca hay espacio importante de centro regionalista al que no puede aspirar a captar el PP. Pero para lo que no hay espacio es para dos o tres partidos que quieran disputarse a esos electores. O hay unidad y se dejan de personalismos o van a fracasar... Por otro lado, cuesta mucho imaginar un pacto PP Vox en el que puedan entrar partidos regionalistas, tanto a nivel estatal como autonomico. Es lo que tiene escorarse tanto ...
Si se consuma la ruptura y concurren el PI, els Regionalistes(la escisión de Pere Soler) y Coalició per Mallorca, el único beneficiado será el PP. Porque hacer que el PI caiga al 5% y los otros 2 saquen un 3% y luego hay que añadirle que va a recoger la mayor parte del voto de Cs
La dreta sempre és igual, sigui d'aquí o espanyola, no se soporten ni ells. És igual que n'Ayuso i en Cansado, tots volen el poder per ells, les persones "ya tal" com va dir en M.Rajoy
Solo les falta separarse en el Pi y el Torreo y que luego vayan en coalición a las elecciones.