Covacho, Alomar, Bisbal y Castell, de Prevenció. | M. À. Cañellas

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Casi el 50 % de los profesores de Palma vulnerables por la COVID-19 tiene una enfermedad pulmonar crónica o cardiovascular. Concretamente, el 25,39 % presenta la primera y el 22,64 % (incluye la hipertensión arterial), la segunda. Ambas patologías suman un 48,03 %. Son datos del Estudio de la vulnerabilidad a COVID-19 en personal docente de Palma, elaborado por Daniel Covacho, Miquel Alomar, Pedro Llull, Rafel Castell, Margalida Bisbal, Inmaculada Navas, Joaquín García y Victoria Martín, del Servei de Prevenció de Riscs Laborals de la Conselleria d’Educació y del Servei de Salut de les Illes Balears. El trabajo ha sido publicado en la Revista Española de Salud Pública, del Ministerio de Sanidad. Es el primer artículo que publica el Servei de Prevenció y podría extenderse a revistas internacionales.

Rafel Castell, jefe del Servei de Prevenció, y Daniel Covacho, Margalida Bisbal y Miquel Alomar explican que «el objetivo del estudio era determinar la incidencia de las patologías consideradas vulnerables a la COVID-19 entre el colectivo docente del distrito de Palma, con más de 6.000 maestros y profesores. El estudio se realizó entre los docentes que solicitaron ser considerados vulnerables entre marzo de 2020, con el inicio del confinamiento, y marzo de 2021». Las enfermedades consideradas vulnerables a la COVID-19 por el Ministerio de Sanidad son las siguientes: enfermedad cardiovascular e hipertensión arterial, diabetes, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad hepática crónica severa, insuficiencia renal crónica, inmunodeficiencia y cáncer en tratamiento activo. También son considerados vulnerables los mayores de 60 años y las embarazadas. Estas últimas quedaron fuera del estudio. Tras las valoraciones, el Servei de Prevenció tramitó 52 bajas. Un 13,58 % de los docentes vulnerables tenía más de una de estas enfermedades.

Los miembros del Servei de Prevenció señalan que «un total de 532 docentes presentaron la petición de vulnerabilidad. Tras la valoración que realizamos a cada uno de ellos, quedaron 508. Una amplia mayoría fueron mujeres, con un 70,67 %. En cuanto a edades, la franja con mayor número de vulnerables fue la de 60 a 69 años, con un 33,66 % del total; seguida de la de 50 a 59 años, con un 29,53 %; y la de 40 a 49 años, con un 27,17 %. El resto de franjas de edad quedó muy lejos: de 30 a 39 años fueron el 8,46 %; y de 20 a 29 años, sólo el 0,98 %. Cabe destacar la alta incidencia en los mayores de 60 años, cuando sólo suponen el 3,05 % de la población docente de Balears».

Por etapas educativas, el colectivo más destacado fue el de Secundaria, con un 43,90 %, mientras que Primaria se quedó en el 17,91 %, los especialistas en el 14,37 % e Infantil en el 12,60 %. En Formación Profesional, sólo fueron el 1,97 % de los docentes vulnerables. Los responsables de Prevenció indican que «si la situación está controlada, los docentes vulnerables pueden continuar con su actividad». Tras el estudio, el Servei de Prevenció de Riscs Laborals continúa renovando los datos. Desde mediados del pasado agosto hasta ahora, se han presentado 185 nuevas solicitudes de vulnerabilidad, actualizaciones de anteriores y revisiones de bajas.