Pep atendió este viernes a amigos desde el portal.  | M. À. Cañellas

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El pianista que vive en el ático de un piso de Palma rodeado de trastos ayer abrió su puerta. Dio permiso para explicar su historia, pero no para que le ayuden. Josep, al que todos le conocen como Pep, se mostró risueño, contento de ver a viejos amigos. Porque después de que Ultima Hora diera a conocer el drama que viven los vecinos del edificio preocupados por las condiciones de insalubridad de su casa, muchos allegados han querido contactar con él para ayudarle de forma urgente.

Pedro Amengual, 81 años, le conoce desde que ambos eran unos chavales. Sus padres y los de Pep frecuentaban las cafeterías de Palma, –algunos lectores conocerán el café Replà–, se veían en fiestas concretas y disfrutaban de verle tocar piano en el Palas Atenea. «Él siempre ha sido una persona especial, muy bohemio, solitario, pero encantador. Todo le venía bien; muy muy culto y siempre reía», recuerda con nostalgia. Dice que hacía unos 30 años que no le veía, y todavía ayer ambos se reconocieron con cariño. Porque a pesar del tiempo, los buenos momentos no se olvidan: «Pep, t’enrecordes que el públic sempre te demanava cançons per ballar? Tornam vells», rememoraban.

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Varias personas han preguntado a ‘Ultima Hora’ por Pep y han querido acudir al piso para ayudarlo.

A la misma hora a la que acudió este diario al domicilio, con Pedro, también llegaron Miquel y Carmen, otros viejos amigos que viven en Pollença. Miquel fue su alumno de piano. Se conocieron en una tienda de música, «me contagió la pasión por el órgano», y desde entonces Pep no olvida felicitarlo por Sant Miquel, día 29 de septiembre. El matrimonio no dio crédito al ver como vive. Sin embargo, el pianista no ha perdido su lucidez ni sus recuerdos.

Recorrido profesional

Pep es una de las entradas que aparecen en la Gran Enciclopèdia de Mallorca. Ha compuesto piezas de música clásica y bandas sonoras de películas, como también traducido al castellano los estudios de Albert Schweitzer, Philipp Spitta y Wolfgang Schmieder sobre la vida y obra de Bach. Su dilatada y profesional carrera como pianista y organista le ha llevado a tocar en grandes salas de Europa.

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En el Hotel Palas Atenea, los allegados le describen como «el hombre que te tocaba todas las canciones que pedías», aseguró Xisco Balaguer, fundador del mítico grupo Los Beta. Estaba consternado por sus circunstancias. «Era un gran músico por aquel entonces, interpretaba piezas con un órgano Hammond. La última vez que lo vi fue antes de la pandemia». Durante muchos años, Pep conservó su Lambretta, con la que solía pasear por Palma. En el rellano asentía con la cabeza cuando le preguntaban por la moto y su cussa.

Toni Ballester contó que le conoce desde hace años porque «siempre me traía su coche para arreglar. Es un hombre muy atento, educado y sobre todo culto. Hablar con él es un gusto. Este problema de Diógenes es de hace tiempo. Es una pena que acabe así, no se lo merece y me gustaría ayudarlo», lamentó. Sin duda, la pandemia le ha pasado factura. Así lo creen los vecinos, después de ver, sobre todo este último año, que sus condiciones han empeorado.

«Suele venir aquí un hombre a traerle la comida. Tiene que aporrear la puerta porque a veces no lo escucha», contaron ayer Juan y Florencia, los inquilinos de enfrente, también intranquilos por el estado de Pep desde hace tanto tiempo. Aseguran que casi nunca baja y que a veces contesta desorientado. La amiga alemana, Uta, contacta cada día con Lys Riera, la vecina del séptimo, para saber de su compañero.

Al mediodía, Carmen y Miquel le compraron comida en un supermercado y un teléfono móvil. «Estoy contento de haberos visto a todos», confesó Pep, que de vez en cuando se metía en su ‘cueva’ para descansar y otro rato salía al rellano. «Yo estoy bien, más o menos», sostuvo. Pero no se interesó por ir al médico. «Ahora está comiendo un croissant», explicaba Carmen. El matrimonio procederá a denunciar esta situación a los Serveis Socials del Ajuntament de Palma. Lamenta que «desde la Administración no hagan nada» y pide que «aceleren» con urgencia este caso. «Pep no se merece una vejez así».