El futuro de la pandemia está lleno de incertidumbres. | P. BERGAS

TW
16

La COVID-19 lleva marcando la vida del planeta desde hace prácticamente dos años. Cuando parecía que la pandemia entraba en la recta final, la variante ómicron ha trastocado todos los planes y ha vuelto a cundir el pánico, manifestado el pasado viernes en la caída de las bolsas. La preocupación por esta nueva variante sudafricana ha llevado a toda Europa a tomar nuevas medidas de prevención y España prohibía las conexiones con las nuevas zonas de riesgo al tiempo que comenzaban a confirmarse los primeros casos; el tercero de los identificados en España, en Mallorca. La variante presenta todavía muchas incógnitas, se necesitan semanas para determinar al 100 % las consecuencias de sus mutaciones en la población infectada. No obstante, el especialista en Salud Pública y Medicina Preventiva, Joan Carles March, explica que los expertos del Reino Unido han planteado ya varios escenarios de la pandemia, por la influencia de ómicron.

Primer escenario

Uno de cada tres contagiados podría fallecer, ya que podría aparecer una nueva variante que sea más letal que las existentes y alcance una letalidad parecida a la del índice respiratorio de Oriente Medio (MERS). Los expertos consideran que se trata de un escenario «probable y realista». La causa sería mutaciones genéticas, recombinaciones o una alta mutación del virus. Ante este escenario proponen reducir la transmisión del virus, minimizar la introducción de nuevas variantes procedentes de otros territorios o la vacunación de los animales. En este escenario cabe preguntarse cómo afectará la aparición de ómicron; los expertos ya han manifestado que necesitan unas dos semanas para conocer el alcance de esta nueva variante. Por los síntomas que se conocen hasta ahora, no parece que sea más letal; más bien al contrario, algo más leve.

Segundo escenario

Una nueva variante escapa a la protección que dan las vacunas. Los expertos prevén que esto ocurrirá «casi seguro» con un impacto medio. En el caso de que suceda con ómicron, la OMS ya ha manifestado que en unos tres meses podrían estar adaptadas las vacunas actuales. Para evitar llegar a este escenario, los especialistas plantean que se vuelva a vacunar a los más mayores y a las personas en situación de riesgo, realizar ensayos para poder combinar vacunas y continuar con el desarrollo de medicamentos contra el virus.

Noticias relacionadas

Tercer escenario

Plantea algo similar al anterior, refiriéndose a los tratamientos antivirales en general y a los que las nuevas variantes que vayan surgiendo sean inmunes. Se presenta como algo probable en el caso de que no se administren bien o no se usen los antivirales. Los expertos hablan de combinar varios medicamentos en función del objetivo, utilizar los tratamientos con precaución y en casos de riesgo llevar a cabo una vigilancia y un análisis especial para detectar errores.

Cuarto escenario

Se trata de una caída de la virulencia del coronavirus, aunque para los especialistas del Reino Unido es «poco probable a corto plazo», pero «realista en el largo plazo». Se trata del escenario más optimista, aunque se mantendría la transmisión del virus puesto que lo que se reduce es su virulencia. Esto supondría que la COVID-19 afectaría únicamente a las personas más vulnerables y de manera puntual, es decir, como una enfermedad común endémica.

Otros escenarios

March puntualiza que hay otros escenarios. Así, algunos consideran que será totalmente eliminado, aunque precisa que «poca gente cree en esta opción por la imposibilidad de vacunar a todo el mundo, por las variantes o por la situación de los países más pobres. Por el contrario, otros apuntan a que el coronavirus nunca se irá, ya que podrá replicarse y adaptarse. A su modo de ver, «lo más lógico es que se produzca una convivencia con el virus por estacionalidad o cohabitación; es un virus endémico que ha venido para quedarse, como apunta Margarita del Val». Además, insta a esperar a ver cómo evoluciona la variante ómicron.

¿Cómo afectará la aparición del Ómicron?

El especialista en Salud Pública explica que «con la variante ómicron se nos plantea algún punto de continuidad de la situación de la presencia del virus en nuestro mundo. No sabemos qué nos va a generar, pero es evidente que nos dice algo claro y es que si no vacunamos a todo el mundo siempre estaremos pendientes de lo que puede pasar con la aparición de nuevas variantes y si alguna de ellas puede generar la pérdida de la inmunidad que hacen las vacunas. La tasa de inmunización es del 69 % en EEUU, del 70 % en la UE y del 7 % en el continente africano. En el caso de los países ricos se han puesto 147 vacunas por cada 100 habitantes, mientras que en los pobres son 7 por cada 100. Estas diferencias alimentan las nuevas variantes. Y este es lo que nos pone encima de la mesa la variante ómicron». Por ello, insta a tener cuidado, vigilancia y prudencia.