El exdirector de la Oficina Anticorrupción de Baleares, Jaume Far, en una fotografía de archivo en el Parlament. | Teresa Ayuga

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La Comisión de Asuntos Institucionales y Generales del Parlament ha acordado este miércoles por unanimidad pedir la comparecencia del que fuera director de la Oficina Anticorrupción, Jaume Far, para ofrecer un balance de gestión de dicho organismo, tras su dimisión a principios de noviembre. La diputada Nuria Riera ha justificado la solicitud de comparecencia registrada por el grupo popular por el hecho de que todos los años se presenta un balance de actuación de esa oficina, que este año considera necesaria «con más motivo si renuncia a su cargo».

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La ha solicitado para que acuda «a rendir cuentas e informe del trabajo que ha hecho» porque considera que «se han generado dudas y sospechas de la objetividad, independencia y libertad que haya tenido para hacer su trabajo», porque se ha publicado que había recibido presiones. «Queremos poner luz ante esas sospechas», ha dicho Riera, que ha recordado que algunas de sus investigaciones fueron cuestionadas, como las de las compras a China durante la pandemia y las vacunas a cargos. «Queremos tener la seguridad de que no hayan querido presionar a Far», ha insistido. Riera quiere conocer además cómo ha de continuar esta oficina y proponer el cargo más adecuado si sigue este organismo que ha tildado de «institución duplicada» porque ya realizan sus funciones la Sindicatura de Cuentas, la Fiscalía Anticorrupción y la Intervención, pero ha insistido en que «mientras exista tiene que tener garantía de independencia».

Por parte de MÉS per Mallorca, Josep Ferrà se ha mostrado de acuerdo con la comparecencia, pero ha defendido la labor de la oficina para garantizar la prevención de la corrupción de la acusación de Riera de que esté duplicada. Ha alabado su «labor activa preventiva en la administración, iniciada este mandato». El diputado de Vox Sergio Rodríguez cree necesaria la comparecencia de Far porque sus últimas actuaciones han estado «sembradas por ciertas polémicas» y ha habido «un choque» institucional entre la oficina y el Tribunal de Cuentas. Ha calificado de innecesaria la oficina cuando hay interventores en ayuntamientos y consells y un Tribunal de Cuentas y ha cuestionado «hasta dónde es necesario un vigilante del vigilante». La diputada socialista Pilar Carbonero ha defendido el interés de la comparecencia para que Far «antes de que deje el cargo explique cómo deja la oficina y qué perspectivas de futuro ve».