Un cajero trabaja en un supermercado. | Efe

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El salario medio mensual en Baleares en 2020 fue de 1.844 euros brutos, 193 euros menos que la media español, que se situó en 2.038 euros. El salario medio mensual de Baleares de 2020 se situó por debajo del de 2019 (1.940 euros brutos) y de 2018 (1.862 euros), y por encima del de 2017 (1.797 euros). En cinco años, de 2015 (1.747 euros brutos) a 2020, el salario medio mensual en Baleares ha aumentado en 97 euros. El salario medio mensual en España fue de 2.038,6 euros brutos en 2020, lo que supone un alza del 2,8 % respecto a 2019, con una brecha entre hombres y mujeres del 19 %, según la estadística de salarios del empleo principal publicada por el INE con datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Así, el salario medio de las mujeres en 2020 fue de 1.852 euros al mes, mientras que el de los hombres alcanzó los 2.210,3 euros, lo que supone una diferencia del 19 % o 358 euros al mes. Las razones principales de esta desigualdad, señala el INE, es que las mujeres trabajan a tiempo parcial, con contratos temporales y en ramas de actividad menos remuneradas en mayor proporción que los hombres. De hecho, los hombres tuvieron una mayor concentración en salarios altos que las mujeres -con el 33,1 % que ingresaron 2.295,2 euros o más en 2020, frente al 26,6 % de las mujeres-; mientras que en los salarios bajos ocurrió al contrario ya que el 38,8 % de las mujeres tuvo un salario inferior a 1.336,6 euros, frente al 21,8 % de los hombres.

El salario mediano (que divide al número de trabajadores en dos partes iguales, los que tienen un salario superior y los que tienen un salario inferior) se situó en 2020 en 1.706,4 euros, con un aumento del 1,3 %. Por edad, la encuesta también refleja cómo los trabajadores más jóvenes se concentran en los salarios más bajos, y los de mayor edad tienen un peso mayor en los más elevados. En cifras, el 61 % de los asalariados menores de 25 años recibió un salario mensual inferior a 1.336,6 euros en 2020 mientras que el porcentaje de los que tuvieron un salario mayor que 2.295,2 euros en esa franja de edad fue del 5 %. Por el contrario, entre los asalariados de 55 y más años, un 24,6 % se encontraba en el tramo bajo del salario mensual (menos de 1.336,6 euros), mientras que un 40 % estaba en el tramo superior (más de 2.295,2 euros).

Por actividades económicas, los que tuvieron mayor proporción de salarios elevados fueron actividades financieras y de seguros; mientras que en el lado opuesto la rama con menor remuneración fue hostelería. Por comunidades autónomas, las que tuvieron mayor concentración de salarios elevados fueron Madrid (40,4 % de asalariados con ganancias de al menos 2.295,2 euros mensuales), País Vasco (40,2 %) y Comunidad Foral de Navarra (38,4 %). En este tramo de salarios altos, las comunidades menos representadas fueron Canarias (20,5 %), Baleares (22,2 %) y Extremadura (22,3 %).

El 40% de los asalariados, en los deciles intermedios

Para estructurar la encuesta, el INE establece diez grupos con el primer decil que corresponde al primer grupo de trabajadores, o sea al 10 % con menores salarios; el segundo, al 10 % siguiente, y así sucesivamente hasta llegar al décimo decil, correspondiente al 10 % de trabajadores con mayores ingresos. En 2020, el grupo más numeroso, constituido por el 40 % de asalariados (6,4 millones), fue el de los deciles intermedios con un salario bruto mensual entre 1.336,6 y 2.295,2 euros. Un segundo grupo lo constituyó el 30 % de asalariados que se encuentran en el tramo alto de remuneración, con unos 4,8 millones asalariados con un sueldo bruto mensual de al menos 2.295,2 euros. Finalmente, el 30 % restante de los asalariados estuvo en la zona baja salarial con aproximadamente 4,8 millones de personas que ganaron menos de 1.336,6 euros brutos mensuales en 2020. Este salario mensual, explica el INE, se calcula dividiendo por doce el total salarial del año con lo que incluye prorrateados los pagos que no tienen periodicidad mensual como las pagas extraordinarias. El INE también subraya que en esta estimación se han tomado en consideración los ingresos por ERTE en los casos en los que el asalariado ha estado en esa situación.