Las plantas desaladoras son las infraestructuras hidráulicas que más energía consumen. | ©Augusto Da Silva/Graphix-images

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La Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua), dependiente de la Conselleria de Medi Ambient i Territori, reducirá un 24 % su consumo de energía entre 2022 y 2026 a través de la aplicación de su Pla Estratègic de Transició Energètica, elaborado a partir de un estudio de la Universidad de La Laguna (Tenerife) y la UIB. Este ahorro de energía se conseguirá a través de una inversión de 27 millones de euros en medidas de eficiencia energética, sobre todo en las desaladoras (las mayores consumidoras de energía entre las infraestructuras hidráulicas de Balears), y en instalación de placas fotovoltaicas en un total de 34 depuradoras y 26 depósitos de regulación. En las medidas de eficiencia se invertirán unos 19 millones y en energías renovables, unos 7 millones.

El plan fue presentado ayer por el conseller, Miquel Mir; el director d’Energia i Canvi Climàtic, Josep Malagrava; el secretario general de Abaqua, Juan Calvo; y la investigadora de la Universidad de La Laguna Noelia Cruz. Mir explicó que la aplicación del plan supondrá dejar de emitir el equivalente a 13.000 toneladas anuales de dióxido de carbono, una mitigación del cambio climático como la ejercida por 82.000 árboles, y un ahorro de 4 millones de euros al año.

El conseller señaló que «Abaqua es el segundo consumidor energético del Govern, por detrás del IB-Salut, y debemos actuar a corto plazo, con decisiones sin demoras. La aportación de energías renovables a las instalaciones de Abaqua pasará del 1% al 7 %». La mayor parte de las inversiones procederá de fondos europeos. Las desaladoras también contarán con placas fotovoltaicas y para las de las depuradoras no será necesario ocupar terrenos vecinos.