Imagen del claustro de la facultad de Filosofia i Lletres de la UIB. | Redacción Local

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La nueva reforma educativa vuelve a atacar a las humanidades y, en concreto, a la Filosofía, que este jueves celebra su Día y que vuelve a ver recortada sus horas lectivas en los cursos obligatorios. Esta realidad contrasta con el discurso político de supuesto apoyo y con el impulso importante en las universidades españolas de estudiantes que se matriculan en el grado de Filosofía. La UIB no es una excepción, con 58 alumnos de nuevo ingreso que aumentan los 45 del año pasado y prácticamente duplican los del anterior confirmando un interés por el saber filosófico que no decae a pesar de los agravios sufridos.

Alicia, por ejemplo, es una de las que han elegido adentrarse en el mundo de la filosofía y empieza bien porque contesta a la pregunta de por qué estudiar esta carrera con otra pregunta: «¿Y por qué no?». Añade que «cuando alguien te dice que estudia medicina o derecho nadie duda, pero con la filosofía sí» y explica que «igual es una carrera que no te dará bienes materiales, pero sí otras cosas que pueden ser mucho más valiosas». Su compañero Joan va más allá, y piensa en «las preguntas que nos plantearán las tecnologías del futuro». Ante eso, defiende la filosofía como una forma de adelantarse y «plantearlas ahora, cuando son teóricas, antes de que se vuelvan más relevantes, urgentes y prácticas». Otro chico, Toni, defiende la «utilidad» de la «inútil» filosofía y expone que «todo tiene un enfoque utilitarista de estudia algo útil y trabaja de ello, pero muchísima gente encuentra la felicidad en aquello que no es útil. La filosofía creo que puede hacer eso porque es útil a su manera».

Debate

Luego, como no puede ser de otra manera, se genera debate. Algunos defienden su valor como «crecimiento personal» y otros su capacidad «de generar preguntas más que respuestas», pero todos coinciden en que «deberían ponerla antes en el currículo académico» y alguno hasta defiende que la descubrió gracias a la serie Merlí y no al colegio. Francesc Casadesús, coordinador de primero y profesor de Filosofía Griega, explica que este boom de alumnos es ciertamente sorprendente «teniendo en cuenta el retroceso de horas que la materia está sufriendo».

También opina sobre este crecimiento Joan González Guardiola, vicedecano y jefe de estudios del grado, que confirma que «en otras facultades de España se ha dado un aumento similar». Para él, estamos ante una crisis «que requiere el cuestionamiento de nuestros fundamentos sociales y existenciales» y la filosofía, «que es combinación de análisis y síntesis, es especialmente útil a la hora de hallar preguntas adecuadas». Por ello, le resulta «escandalosa la contradicción» entre querer implantar un pensamiento crítico en los alumnos y recortar en horas la filosofía. Sobre la reforma educativa, González la califica de «muy dañina» y defiende ser «más ambiciosos e ir más allá de la comunidad educativa y hacer que toda la sociedad se sienta impelida a defender la filosofía como uno de los pilares de nuestra civilización democrática».