Así se ve desde el cielo. | R.D.

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Ni buen tiempo ni aguas cristalinas. Si algún turista despistado esperaba llegar a Mallorca en noviembre y encontrar un clima agradable, la decepción debe ser total. El temporal no para y la borrasca Blas va camino de cumplir una semana. Aunque la Serra de Tramuntana es con diferencia la zona más afectada por la tormenta, los efectos en la bahía de Palma también son muy evidentes. Una densa mancha marrón se expande mar adentro en la zona de Ciudad Jardín. Un fenómeno poco habitual que es especialmente visible desde el cielo. ¿El motivo? Varios, algunos resultado de la dejación humana y otros simplemente parte del curso natural.

Los torrentes de toda la Isla discurren actualmente en su mayoría muy cargados de agua. Aunque la situación en estos momentos está controlada preocupa el mal estado de los cauces que pueden llegar a provocar desbordamientos con el peligro que esto conlleva. El mal mantenimiento de muchos torrentes con maleza, objetos de grandes dimensiones o basura es evidente. En días como estos, el agua transcurre a gran velocidad y a su paso arrastra sedimentos y otros objetos que terminan desembocando en el mar. En la zona afectada por la mencionada mancha precisamente desemboca el Torrent Gros.

Otro de los factores que puede influir es la depuradora de Palma. Con las fuertes lluvias Emaya tienen que lidiar con otro fenómeno también preocupante: la falta de capacidad de la depuradora que propicia vertidos de aguas mixtas en la bahía, comportando cierres puntuales en varios puntos del litoral de Palma. Estos vertidos también podrían ser, en parte, causantes del color del agua.