Los grandes barcos han vuelto. Esta imagen se tomó hace apenas dos semanas, cuando varios cruceros coincidieron en el puerto de Palma y provocaron cierta sensación de aglomeración en el centro de la ciudad. | Jaume Morey

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El Govern y Cort trabajan de nuevo en la limitación de la llegada de cruceros a Palma. El principal escollo para el acuerdo son las cifras que tiene que contemplar ese límite. Mientras que en Més defienden que puedan llegar como máximo entre uno y dos cruceros al día, con un total de 6.000 personas a bordo, los socialistas defienden que puedan llegar entre tres y cuatro buques para que desembarquen un máximo de 10.000 personas cada jornada.

Esas diferencias constituyen el principal escollo para que los dos socios se sienten en la mesa formal de negociación y lleguen a un acuerdo definitivo. Aunque ni el Govern ni el Ajuntament de Palma tienen competencias para limitar la llegada de cruceros, el acuerdo tiene que servir para negociar ese límite con el sector de los cruceros y la intermediación de la Autoritat Portuària, que depende del Estado.

Acuerdo

En lo que sí que estarían de acuerdo Més y el PSOE es en pedir al Gobierno central que declare la bahía de Palma y el mar Balear como Zona de Control de Emisiones. «Es una de las peticiones que compartimos con la plataforma contra los megacruceros y nos permitiría controlar la calidad del aire de la bahía para decretar medidas que eviten los problemas que la contaminación provoca en el medio ambiente y en la salud de las personas», explica la concejal de Més en Palma, Neus Truyol.

Si se llega a un acuerdo en el límite de cruceros en el puerto de Palma «el objetivo es que pueda entrar en vigor el próximo verano, es urgente porque además de ser muy contaminante ese tipo de turismo es el que deja menos riqueza», añade Truyol.

Precisamente para evitar los problemas medioambientales en la bahía de Palma, los socios de Més y el PSOE también negocian otros tipos de limitaciones para los cruceros. En ese sentido están sobre la mesa medidas ambientales que podrían exigirse a los buques que pretendan atracar en el puerto de Palma. Así se podrían vetar los cruceros que no cuenten con la tecnología necesaria para reducir las emisiones de dióxido de carbono, los que no tengan implantadas medidas para reciclar los residos que se generan durante la travesía o también los que no cuenten con una gestión sostenible del ciclo del agua.

Las negociaciones entre el PSOE y Més sobre la limitación de cruceros volvieron a retomarse a principios de año. Pero los representantes de los partidos siguen sin ceder en el número límite de pasajeros y cruceros que pueden llegar al día.

El apunte

Ports IB participa en la feria de cruceros más importante del continente europeo

La plataforma contra los megacruceros denuncia que Ports de les Illes Balears «es uno de los principales espónsores de la International Cruis Summit». La plataforma recuerda que la Autoritat Portuària de Balears aceptó la solicitud del Govern de no confirmar ninguna reserva de cruceros a partir de enero de 2022. Por eso la plataforma contra los megacruceros exige al Govern que se posicione claramente a favor de la limitación y «deje los dobles discursos».