El número de empresas que cobran con Bizum se está incrementando y cada vez es una práctica más habitual. | Jaume Morey

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El número de empresas que cobran con Bizum se está incrementando y cada vez es una práctica más habitual. De hecho, Bizum fomenta que se hagan cuentas de negocio.

La presidenta de la CAEB, Carmen Planas, ha manifestado que «el sector del comercio es el que podríamos decir que presenta la mayor actividad de pagos a través de la plataforma en comparación a otros sectores». A su modo de ver, «se trata de un método de pago novedoso y popular entre los consumidores. Desde CAEB consideramos que es una práctica útil que se suma a otras facilidades de compra que se pueden ofrecer a los clientes».

Planas ha destacado que «desde el inicio de la pandemia los pagos con Bizum se han convertido en una tendencia al alza por diversos motivos: se trata de un tipo de transacción más higiénica y resulta ágil a la hora de realizar el pago».

Hacienda

Sin embargo, surge la duda de cómo cumplen las empresas sus obligaciones con Hacienda y el pago de impuestos.

Pau A. Monserrat, economista de Futur Legal y profesor asociado de la UIB, precisa que «no se defrauda por pagar e ingresar dinero mediante Bizum, sino por no declararlos correctamente, en otras palabras».

En este sentido, explica que «los pagos que recibe una empresa por la venta de sus bienes y servicios los debe declarar como ingresos de la actividad empresarial o económica, en IRPF o en Impuesto de Sociedades, según sea su naturaleza».

Monserrat destaca que «a las empresas, además de cobrar, les permite hacer a sus clientes descuentos, promociones puntuales, etcétera, lo que mejora la fidelización de su clientela». En su opinión, «más que ayudar a eludir impuestos, Bizum ayuda a que se paguen. Hacienda tiene mucho más difícil comprobar los pagos en efectivo que con esta plataforma».

Además, argumenta que «no deja de ser una aplicación tecnológica desarrollada por la banca para facilitar el pago, con la sola exigencia de tener una cuenta corriente y un móvil. Podemos pagar rápida y sencillamente a otra persona física o empresa sin necesidad de conocer los datos bancarios de la otra parte y ordenar la transferencia. Pero, a fin de cuentas, es una forma de transferir dinero por los cauces bancarios habituales. Hacienda acaba teniendo la información de los movimientos de nuestras cuentas y, por tanto, sabe si declaramos o no las transacciones».

El economista de Futur Legal y profesor asociado de la UIB concluye que «lo primero que hay que tener claro es que las nuevas tecnologías de medios de pago no se han hecho ni han de ser utilizadas para esconder dinero a Hacienda, sino para facilitar en pago de bienes y servicios».