Pepe Álvarez y Lorenzo Navarro, en Palma. | Mercedes Azagra

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«Las negociaciones para derogar la reforma laboral no se pueden parar». Así de contundente se manifestó ayer en Palma el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, quien participó en la asamblea de delegados del sindicato en Mallorca. Su asistencia se enmarca en la «reactivación» de la actividad sindical presencial tras la parálisis provocada por la pandemia.

Los retos a los que se enfrentan ahora son varios, según indicaron Álvarez y el secretario general de UGT en Baleares, Lorenzo Navarro. Precisamente el dirigente estatal se refirió a las negociaciones para derogar la reforma laboral, cuestión que ha copado la agenda política del Gobierno central. Sobre las diferencias al respecto entre el PSOE y Unidas Podemos, Álvarez lamentó «esta tormenta en un vaso de agua» y aseguró no conocer las diferencias de fondo entre ambas formaciones más allá de las publicaciones en los medios de comunicación. En cualquier caso, advirtió: «Si el Gobierno tiene diferencias, que las arreglen».

Álvarez señaló que los cambios en materia de relaciones laborales «van a equilibrar las relaciones en el país y van a acabar con el chollo que han tenido las empresas con las reformas laborales de 2010 y 2012». Consideró que se deben cumplir los contratos firmados y, para ello, reclamó dotar con más personal a la Inspección de Trabajo.

Los dirigentes de UGT a nivel estatal y balear reivindicaron una recuperación «justa» y que llegue a todos los trabajadores. Para ello, Álvarez abogó por una subida del salario medio en España, «congelado desde 2008» ya que «contribuirá a la recuperación económica del conjunto del país».