En la imagen, pan a la venta en un establecimiento. | Josep Bagur Gomila

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Los precios del pan han comenzado a subir y lo harán más en los próximos meses. Los panaderos afrontan a la vez importantes incrementos en los importes de dos de sus principales costes: la harina y la energía.

Así ya se notan aumentos en algunos proveedores de pan congelado y la mayoría de hornos pequeños o ya han repercutido parte de esas subidas en el precio final o lo tendrán que hacer en las próximas semanas.

Por un lado, los empresarios afrontan el incremento de un treinta por ciento del precio de la electricidad. Se suma un veinte por ciento más en el del gasóleo, con el que funcionan muchos hornos y subidas también de entre un veinte y un treinta por ciento en la harina.

El gerente de la Associació de Foners i Pastissers, Pep Magraner, explica la situación obliga a que los negocios tenga que subir el pan: «Cada panadero tendrá que revisar precios porque si no, se va a quedar desfasado». Señala que, la mayoría de establecimientos llevan años con los precios del pan congelados y que, algunos «no los han tocado desde la anterior crisis».

Así se esperan subidas de cinco o diez céntimos en el pan pero que dependerán mucho de cada establecimiento de sus costes y el mercado que tiene cada uno. «Hay una situación de mucha incertidumbre porque tampoco se sabe cuánto tiempo durarán estas subidas ni cómo afectarán a la demanda de los consumidores», explica Magraner.

PALMA - Pep Magraner , Gerente de la Associació de Forners i Pastissers de les Illes Balears.
Pep Magraner, pres¡dente de la associació de Foners i pastissers.

El pan, como producto de primera necesidad contendrá más los precios que otros artículos como la repostería: «Es un producto de lujo y se tiene claro por parte de los pasteleros, implica mucho tiempo de elaboración y va a repercutir más la subida de precios y es probable que la demanda aquí sea menor».

En paralelo, los panaderos afrontan la competencia de precios del pan industrial. El gerente de la asociación afirma: «Venden a precio de coste pero nosotros no podemos mirar ahí. Somos otro producto que no tiene nada que ver. Cualquiera puede comprar cuatro barras en un súper y pagar dos euros.

Por ese precio con un pan tiene un producto que le dura toda una semana, lo que no ocurre con el industrial». Magraner concluye que la subida del pan llegará pero que no es un caso especial sino que afectará a todos los productos de alimentación.

El apunte

Un mercado global al alza

El precio de la harina se decide en mercados internacionales de futuros y desde hace meses experimenta una continua subida por la mayor demanda en países como China.

Un fenómeno similar ya ocurrió en 2012 con incrementos de hasta un cuarenta por ciento en pocos meses.