Las mascarillas quedarían limitadas a los espacios cerrados. | Jaume Morey

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La Comisión Nacional de Salud Pública ya tiene sobre la mesa el levantamiento de la siguiente medida preventiva contra la COVID: retirar el uso obligatorio de la mascarilla en exteriores independientemente de si hay una distancia social de 1,5 metros, tal y como está aprobado ahora en todo el ámbito estatal.

«La situación de España va mejorando por lo que se entiende que es una de las medidas que pueden quitarse y esto condicionará el uso de la mascarilla en el patio de los colegios», explicó este miércoles la consellera de Salut, Patricia Gómez.

Por otra parte, el encuentro estatal no ha avanzado en nuevos colectivos a los que inmunizar con una tercera dosis de refuerzo. La consellera recordó que el Ministerio y las comunidades siguen las recomendaciones que va aprobando la Agencia Europea del Medicamento y tampoco ha habido novedades al respecto.

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Listas de espera

Una de las principales consecuencias de la emergencia sanitaria es el incremento de las listas de espera y el tiempo medio de demora de cada paciente para ser operado que, en la actualidad, es de casi 50 días.

«El año pasado recuperamos mucha lista de espera y luego con otro brote se fue todo al garete, es difícil saber cuándo se podrá retomar el Decreto de Garantía de Demora», decía ayer el director del IB-Salut, Juli Fuster. «Quien espera puede dirigirse al servei de atención al usuario que le valorará», añadió.    Además, se ha creado una Unidad de Admisión Centralizada que «tiene el papel de priorizar y depurar».

Lo que, según Fuster, «no se ha visto afectado en absoluto» es la atención oncológica. Lo que Salut sí reconoce es que debido al proceso de incorporación de personal tras las oposiciones el servicio de cribado de cánce de mama se ha quedado al descubierto. «Desde la semana pasada trabajamos en dar una solución y si hace falta movilizaremos a profesionales de otros departamentos», aseguró la consellera Gómez, que insistió en que «el programa no se puede parar». Aseguró que el desajuste de la plantilla no se traducirá en retrasos. El programa cita a las mujeres sanas de entre 50 y 69 años, cada dos años, para hacer una mamografía preventiva. «En septiembre ya se ha citado a un 40 % más de las mujeres que el mismo mes de 2020», apuntó.