julio Basulto tiene cerca de 300.000 seguidores en las redes sociales. | JORDI RIBOT

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Este domingo, Trui Teatre acogerá el Ciclo de Charlas de Educación y Salud 2021 organizado por Peque Páginas con la colaboración del Col·legi d’Infermeria de Balears. En el evento se podrán ver y escuchar en persona a cuatro profesionales de la salud, crianza y la maternidad más influyentes y actuales de España. Uno de ellos es Julio Basulto, que se centrará en la alimentación saludable desde el nacimiento hasta la adolescencia.

En la conferencia dará consejos para que a los niños les apetezca alimentarse bien. ¿Puede avanzar alguno?
— El consejo es evitar que nuestros hijos coman mal. El 70 % de los padres utiliza el chantaje, que es una palabra horrible, pero es como sale en la literatura científica. Se usa para que coman bien, cuando el apetito es innato y nos ha hecho sobrevivir como especie. Ni en los comedores escolares, ni en lo hogares hay que utilizar el premio, el castigo o la mentira.

¿Por qué odian las verduras?
— Porque son inteligentes. El objetivo primario de un niño es sobrevivir y su cerebro sabe que lo verde no tiene calorías. Si les pones cinco frutas delante, escogerán instintivamente la más calórica. La lechuga o la acelga se han modificado para que no estén amargas pero el cerebro del niño no lo sabe. No digo que no las tomen, sino que hay que ser más comprensivo.

¿Qué hacer entonces para que coman verduras?
— Primero no cagarla. Si les obligamos a comer, tardarán más. Cuanta más insistencia, más resistencia. Lo segundo es tener paciencia pero ¡durante años! Después predicar con el ejemplo, que seguro que no lo hacemos. Y por último que en casa sólo tengamos disponibles alimentos sanos porque si saben que hay helado o patatas chips, resistirán hasta que se lo des.

¿Y si optan por no comer?
— Es respetable, que no coman.

¿Y aquello de si no es para la comida, será para la cena?
— Puede que hagan caso pero llegarán a aborrecer ese plato. Guardar la comida para la cena no es tratar bien a los niños. Tenemos en la cabeza el mensaje de que hay que comer de todo pero la dieta variada es peligrosa, genera obesidad. El consejo más sensato es permitir que se autorregulen. No estarán toda la vida comiendo lo mismo. Hay un mensaje de la Generalitat de Catalunya que viene a decir que los niños coman lo que quieran, cuando quieran y cuanto quieran dentro de una oferta de alimentos saludables. Una de mis hijas, con sus padres nutricionistas, se pasó dos años cenando de arroz blanco con huevo y tomate todas las noches. Luego se cansó.

Pero comer huevo frito cada día no puede ser bueno...
— ¿Por qué? El huevo tiene colesterol pero no lo eleva.

Y las chucherías, ¿para cuándo?
— Prohibir es alimentar el deseo. Si las hay en una fiesta, que las coman y se limpien los dientes, pero que no estén en casa, que las tomen cuando se las den. La clave no es lo que comen, sino lo que no comen.

¿La alimentación debería compararse con el tabaquismo en cuanto a problema de salud pública?
— El tabaco causa 8 millones de muertes en el mundo cada año; la mala alimentación, 11. Está publicado en The Lancet.