Imagen de la retirada de una terraza en calzada, este jueves. | Jaume Morey

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Los restauradores de Palma han comenzado a desmontar un año y medio después las terrazas improvisadas en los parkings, aunque muchos otros han preferido exprimir estas horas, antes de su retirada definitiva, y servir a los últimos clientes.

Este jueves 30 de septiembre es la fecha marcada por el Ajuntament de Palma para que los bares y restaurantes desalojen estos espacios. Así, Palma va a recuperar desde este viernes 1 de octubre hasta 2.000 plazas de aparcamiento.

Así, las 1.002 terrazas tramitadas por el Ajuntament deberán retirarse bajo pena de multas de entre 750 y 1.500 euros, en función de los metros cuadrados que se sigan ocupando de manera no autorizada.

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Para muchos establecimientos, esta medida aprobada por la concejalía de Participació Ciutadana i Govern Interior de Cort en mayo de 2020 les ha supuesto un balón de oxígeno para paliar la sangría económica que han sufrido bares y restaurantes debido a la pandemia y a las restricciones de aforo.

Los restauradores ya habían advertido de posibles despidos si se llevaba a cabo esta medida, y ponían todas sus esperanzas en abrir los interiores al cien por cien. El Govern balear, por su parte, ha anunciado esta semana que solo se podrán ocupar al 75 %, eso sí, sin límite de comensales en las mesas. Y las medidas no volverán a revisarse hasta finales del mes de octubre.

Además, Cort ha confirmado que las terrazas de los bares y restaurantes podrán seguir ocupando más espacio del autorizado sobre las aceras, como hacen desde el año pasado, a fin de poder respetar el metro y medio de distancia entre mesas hasta el final de las restricciones por la pandemia del coronavirus. ¿Será suficiente para la supervivencia de muchos negocios de Ciutat?