Juancho Esteban, en la sede del Col·legi d’Enginyers. | Teresa Ayuga

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Juancho Esteban (Madrid, 1960) preside el Col·legi d’Enginyers de Camins, Canals i Ports de Balears desde 2014. Nos atiende en su despacho de la calle Sant Francesc, donde hablamos de la capacidad y las necesidades de Baleares en materia de infraestructuras.

Hablemos de canales. ¿Cómo están las obras para evitar una nueva riada en Sant Llorenç?

—En 2018, cuando la riada, nos pusimos a disposición del Ajuntament y llevamos a un catedrático valenciano especialista en temas de agua. También nos pusimos en contacto con la Caixa, que donaba un millón de euros, y querían que participáramos conjuntamente en las obras. Pero al final no se hizo nada. En el Col·legi calculamos que las obras de encauzamiento finalizarán en 2025.

Siete años después.

—No es que no sea normal. El Ajuntament solo ha podido comprar los terrenos, pero no ha podido expropiarlos todos. También se requiere cambiar la normativa urbanística y terminar el plan de gestión de riesgos de inundaciones. Hay todo un proceso al que hay que añadir la ejecución de las obras, por eso le hablo de 2025.

Técnicamente, ¿es adecuada la actuación que se propone?

—Se están estudiando varias soluciones, que básicamente consisten en conducir el agua por el torrente aumentando la capacidad del caudal –profundizando la sección del canal–, por un lado; y por el otro desviarlo por fuera, como se hizo en su día en Manacor, creando balsas de laminación arriba y abajo para regular el caudal. Suponemos que es la opción que se acabará tomando. Es lo que se hizo en Palma: antes sa Riera venía por la Rambla, pero a raíz de una riada se desvió por el actual Paseo Mallorca.

Se pronostican fenómenos meteorológicos de cada vez más extremos.

—Parece que se están acelerando, pero creo que no es un dogma de fe. El agua del mar parece que subirá. El plan general de puertos de Balears hace prospecciones hasta el 2100 y habla de mayor agitación en los puertos, rebases de determinados diques... Habrá que modificar las infraestructuras, hacer nuevos diques, martillos, etcétera.

El ecologismo pone el acento en qué se respete el medio ambiente.

—El turismo es nuestro petróleo y cuidar el medio ambiente es imprescindible: aguas limpias, aire puro, paisaje bonito... Por eso consideramos vital mejorar las infraestructuras de saneamiento y depuración. Ahora se está mejorando la conducción de las aguas a la depuradora de Palma, lo que evitará los vertidos al mar, pero luego habrá que ampliar la capacidad de la estación para poder tratar todo este volumen.

Ampliar, redimensionar... ¿Hasta qué punto hay que crecer?

—Como le decía, vivimos de es Trenc, de Cala Varques, de la Serra de Tramuntana... Hay que cuidar el medio ambiente pero sin parar el crecimiento, con sentido común. En Balears tiene que haber un crecimiento verde, pero crecimiento.

Los ecologistas dicen que estamos llegando al colapso.

—¡Qué va, qué va a llegar el colpaso! ¿Ya no vamos a hacer ninguna vivienda más? ¿Donde van a vivir sus hijos? Tendremos que hacer atraques nuevos. Hay que crecer de forma cuidadosa con el medio ambiente, pero crecer.

Los investigadores dicen que la sola ocupación del espacio ya merma o condiciona al medio ambiente, que la biodiversidad se resiente.

—Por supuesto. Pero no vas a dejar que el tema no crezca. Lo que hay que hacer es reservar zonas: dejar la Tramuntana virgen, los puigs...

¿Qué dicen de la red de carreteras? La velocidad en la vía de cintura está limitada a 80 por hora.

—No nos parece adecuado. Entendemos que hace peligrosas las entradas y las salidas de la vía de cintura. Nos parece más razonable limitar la velocidad a 100. 80 por hora es lo suficientemente lento para que no haya diferentes velocidades en los carriles, todos vamos a la misma y no logras salir ni incorporarte con comodidad.

¿Y el segundo cinturón?

—No entendemos cómo aun no está finalizado. El tramo entre Son Ferriol y el Coll den Rebassa se licitó y adjudicó, tendría que estar en ejecución. Y por el otro extremo tendría que llegar hasta la carretera de Valldemossa [el llamado tramo 5], que la izquierda quiere desclasificar], que es de sentido común. Y también se tendría que alargar la autopista de sa Pobla hasta Alcúdia, que parece que se está pidiendo. Y en Menorca se tendría que acabar la carreteras general.

No hemos hablado de puertos.

—Nos parece de sentido común aumentar la náutica recreativa. Hay que crear más amarres, con sensatez. No tiene sentido que todo el mundo lo esté pidiendo y no crezca. El plan general de puertos dice que hay una necesidad de más amarres. Luego dice que ni crecimiento de puertos ni ampliaciones ni más amarres, y a la vez te hace un estudio diciendo que se necesitan más amarres. Pues entonces habrá que hacer marinas secas, un sistema de multipropiedad... Pero si hay necesidad hay que crear amarres. Y como le decía, cuidando el medio ambiente y con sentido común.