deberán pagar 1,9 millones de euros a la Agencia Tributaria de Baleares. | Redacción Local

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Pablo y Álvaro Ruiz-Mateos deberán pagar 1,9 millones de euros a la Agencia Tributaria de Balears tras cosechar una nueva condena en Mallorca, la tercera para ambos. Dos de los seis hijos del empresario reciben una pena de un año y once meses de cárcel y una multa de dos millones de euros por un delito fiscal al escamotear el pago del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales en la compra del Hotel Beverly junto a su padre en 2008. La sentencia del Juzgado de lo Penal 4 de Palma absuelve a los otros cuatro hermanos acusados: José María, Javier, Alfonso y Zoilo porque entiende que, aunque conocían en gran medida la operación no hay pruebas directas de que intervinieran en los pormenores del fraude.

Los Ruiz-Mateos ya fueron condenados por un delito de estafa en la compra del mismo hotel por la Audiencia Provincial. Adquirieron el establecimiento con la intención de no pagarlo y, el mismo día de su adquisición suscribieron cinco hipotecas sobre el mismo para financiar el resto de sus actividades y quedarse con el dinero. La compra estaba valorada en 27,2 millones de euros por la Agencia Tributaria de Balears, por lo que correspondía el pago de 1,9 millones de euros en impuestos autonómicos. Sin embargo, los Ruiz-Mateos emplearon una empresa con sede en Belice para canalizar la operación y no abonaron ni un euro de las tasas.

La resolución considera que los dos condenados son «expertos empresarios» que no podían desconocer la obligación de ese pago y descarta que el delito haya prescrito para ambos que, al tener antecedentes penales, tendrían que cumplir la pena de prisión en el caso de que sea confirmada por la Audiencia. Sí les reconoce un atenuante por la demora de ocho años en la resolución del caso y deja fuera de la condena a las empresas del grupo Nueva Rumasa, Dhul y Chocolates Elorriaga para quienes considera prescrita la acción.

Los dos hijos condenados han sostenido durante todo el proceso que están completamente arruinados por lo que el cobro de los 1,9 millones de euros se antoja complicado para la administración entre la maraña de concursos, hipotecas y empresas pantallas del grupo. Además están a la espera del juicio del 'caso Nueva Rumasa', el más importante en su contra.