Los Ruiz-Mateos han comparecido por videoconferencia. | Pere Bota

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Pablo, Zoilo, José María, Javier, Alfonso y Álvaro Ruiz-Mateos terminaron este viernes su recorrido judicial por Mallorca que, de momento saldan con dos condenas por estafa, cuatro años y nueve meses de cárcel ya casi cumplidos. Ahora aguardan la tercera sentencia que tiene que dictar la magistrada del Juzgado de lo Penal 4 de Palma donde ayer finalizó el tercer juicio, en el que están acusados de un delito fiscal. En esata ocasión, ninguno de los seis hijos varones del empresario jerezano ya fallecido ha pisado Mallorca. Han comparecido durante todas las sesiones por videoconferencia desde la casa familiar en Madrid.

El fiscal, Juan Carrau, elevó a definitivas sus conclusiones provisionales y reclama una condena de cuatro años de prisión para cada uno de los seis acusados por un delito fiscal en la compra del hotel Beverly Playa en Peguera. Ya fueron condenados por estafa en la compra de este establecimiento, que fue negociada por ellos y su padre y que nunca llegaron a pagar por completo.

En esta causa están acusados de defraudar el impuesto de transmisiones patrimoniales que no llegaron a satisfacer. El ministerio público estima en 1,9 millones de euros la cantidad escamoteada a la hacienda pública. Por ello pide que se imponga una multa de 9,5 millones de euros a los seis herederos de Nueva Rumasa. Carrau sostiene que los hermanos tenían «pleno conocimiento» de que debían pagar ese impuesto y que «controlaban» las sociedades por encima de su padre, que aún estaba vivo entonces.

La defensa sostiene que esa operación estaba exenta del pago del impuesto y que la Agencia Tributaria de Baleares tuvo «perfecto conocimiento de que se otorgaban las escrituras y de que quienes intervenían hacían la manifestación de estar exento del impuesto». Igualmente, el letrado defensor reclama la prescripción del delito.