Salvador Illa junto a Francina Armengol y otros representantes socialistas antes de la conferencia. | Jaume Morey

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El exministro de Sanidad Salvador Illa –que recién llegado al cargo en 2020 tomó las primeras medidas para hacer frente al coronavirus– todavía confía en que de la experiencia de la pandemia «saldremos mejores», una expresión utilizada tanto por él como por otros cargos y que se convirtió en una especie de mantra durante los primeros meses de aquel año, entre la declaración del primer estado de alarma y la primera desescalada.

Salvador Illa (Barcelona, 1966) dejó el Ministerio de Sanidad a principios de este año para ser el candidato a la presidencia de la Generalitat y ahora es el líder    de la oposición aunque su partido, el PSC, fue el más votado. Ayer dijo en Palma que ahora se abre en esa comunidad un tiempo nuevo y que es hora de «pasar página». El exministro aseguró que aunque, «posiblemente»,    siempre se quede como «el ministro de la pandemia», ahora está plenamente volcado en Catalunya.

Illa estuvo en Palma invitado por el Cercle d’Economia para conversar sobre «los retos y oportunidades de futuro» y explicar su propuesta para Catalunya pero tanto durante el coloquio como durante una comparecencia previa ante los medios habló tanto de política catalana (y de su relación con la política estatal) como de la pandemia y de su paso por el ministerio.

«Para mí fue un honor ser ministro del Gobierno de España y me siento muy orgulloso, igual que ahora en Catalunya», dijo para indicar que «estamos saliendo de la pandemia» y que «efectivamente, si tomamos notas de las lecciones que hemos aprendido, saldremos mejores».   

Apoyo explícito a Font

El exministro elogió la gestión del Govern de Balears durante la pandemia –previamente se había reunido con la presidenta balear, Francina Armengol, y después con la consellera de Salut, Patricia Gómez y todo su equipo– y, al menos en tres ocasiones, felicitó y dio su apoyo a la directora de general de Salut Pública, Maria Antònia Font, «por las decisiones que ha tenido que adoptar». Se refería, entre otras, a su decisión de confinar a un grupo de estudiantes en viaje de estudio y por el que se le ha abierto una causa judicial.

Mostró su coincidencia con Armengol, también a la hora de entender el encaje de Catalunya en España, y dijo que «sin renunciar a los contactos bilaterales,    tiene que estar presente en todos los foros multilaterales». Se refirió al «independentismo» como «populismo» e insistió en el «diálogo» y en «pasar página».