La medida ha contado tradicionalmente con la oposición del sector hotelero, que esgrime que la misma resta competitividad a las Islas como destino. | Efe

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Ha sido tradicionalmente un tema polémico. Material de primer orden para la artillería de la confrontación pública. La izquierda la ha defendido, mientras que la derecha la ha denostado. No solo concierne a la esfera política, al contrario, cada cual tiene una opinión propia acerca de la ecotasa, el impuesto turístico específico que grava las estancias turísticas en Baleares, independientemente del lugar de residencia de los huéspedes.

La periodista Rosa Villacastín ha emitido recientemente su opinión en las redes sociales sobre la ecotasa. La veterana autora abulense recuerda la oposición de los sectores empresariales a una medida que considera «necesaria». Este es el mensaje de Villacastín en Twitter:

Poco después de emitir su opinión numerosos mensajes empezaron a producirse, tanto a favor como en contra de esta medida política de calado medioambiental y económico.

Distintos personajes de la sociedad mallorquina han dado su opinión sobre esta cuestión, plenamente de actualidad en la temporada turística estival, entre ellos Biel Barceló, su impulsor al frente de la vicepresidència del Govern y la Conselleria d'Innovació, Recerca i Turisme del ejecutivo de PSIB y MÉS con apoyo externo de Podemos que sustituyó al de José Ramón Bauzá (PP).

Estos son algunos de los mensajes al respecto:

La ecotasa de las Islas Baleares no es una rara avis en el sector turístico internacional. De hecho numerosos destinos la han incorporado a lo largo y ancho del globo como fórmula para reducir el impacto de la actividad en el territorio, así como el consumo de recursos naturales.

En concreto, en Berlín se paga un 5 % del precio de la habitación. En Dubrovnik (Croacia) casi euro y medio por persona y noche. En París la llaman tasa de estadía y varía entre 0,20 € para los campings 1 y 2 estrellas hasta los cinco euros de los establecimientos de lujo.