Concentración. Las protestas de los trabajadores temporales del Consell, y singularmente de los del IMAS, para reclamar su regularización, son frecuentes y habituales. Han acudido en numerosas ocasiones a los plenos. Sobre estas líneas, una concentración frente la Llar d’Ancians del IMAS. | P. Pellicer

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El 70 por ciento de los empleados del Consell de Mallorca son interinos o temporales. La temporalidad –carecer de un contrato fijo o indefinido– es un problema en todas las administraciones pública de España, pero en el caso del Consell es especialmente grave.

De los 1.288 trabajadores que tienen los servicios generales del Consell, 486 son funcionarios de carrera (con plaza fija) y 534 son interinos. Además, 54 son personal laboral fijo y 214 son personal laboral temporal.

En el IMAS hay aun más temporalidad: de sus 2.277 empleados, 1.419 son interinos y solo 261 funcionarios de carrera. Asimismo, hay 85 empleados como personal laboral fijo y 512 como personal laboral temporal.

La Agència de Defensa del Territori cuenta con 41 funcionarios, de los que 35 son interinos y solo 6 son de carrera. En el Institut d’Esports Hípics, 33 trabajadores son personal laboral temporal y solo dos están fijos. Los dos trabjadores del Consorci del Museu Marítim de Mallorca son temporales. La Fundació Mallorca Turisme es la excepción: sus quince empleados son todos personal laboral fijo.

He aquí las cifras absolutas: el Consell y sus organismos autónomos ocupan a 3.658 personas, de las que 753 son funcionarios de carrera, 1.989 son funcionarios interinos, 156 son personal laboral fijo y 760 son personal laboral temporal.

Antecedentes

Las razones de la alta temporalidad hay que buscarlas en la no convocatoria de oposiciones, que es el mecanismo que permite acceder a un puesto de trabajo fijo en las administraciones públicas. La llamada ‘ley Montoro’, aprobada por el Ejecutivo de Mariano Rajoy cuando la crisis de la deuda pública arreciaba y se hablaba de los ‘hombres de negro’ de la UE, estableció límites severos a la contratación de nuevos trabajadores fijos (luego se fueron flexibilizando progresivamente). Los servicios, sin embargo, se tenían que prestar igualmente. Por ello se siguieron contratando trabajadores públicos, pero como interinos o temporales.

Desde el Consell señalan que están pendientes de que el Congreso aclare cómo deberá llevarse a cabo la estabilización de los interinos (sentenciada por los tribunles de la UE) para regularizar la situación.

El Consell se ofrecerá asimismo a los ayuntamientos de Mallorca para vehicular la «estabilización laboral» de sus tabajadores. Muchos no tienen capacidad para hacerlo y la temporalidad también les afecta.