El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria democrática, Juan Pedro Yllanes, y el director general de Endesa en Baleares, Martí Ribas, han visitado este lunes la central de Alcúdia, acompañados del director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, y el director de la central, Jordi Jaume. | CAIB

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Los grupos 3 y 4 de la central térmica de Es Murterar reducirán a partir de este martes de 1.500 a 500 las horas de funcionamiento, el equivalente a 20 días al año, una operatividad que sólo se pondrá en marcha en caso de emergencia en el sistema energético balear.

El vicepresidente y conseller de Transición Energética, Sectores Productivos y Memoria democrática, Juan Pedro Yllanes, y el director general de Endesa en Baleares, Martí Ribas, han visitado este lunes la central de Alcúdia, acompañados del director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, y el director de la central, Jordi Jaume.

Durante la visita han comprobado la reducción en el consumo de carbón en el complejo energético mientras se impulsa la nueva planta fotovoltaica de Nou Biniatria -con una potencia de 14,97 MW de potencia instalada y una producción de 24,84 GWh por año-, dentro del proceso de transformación energética que ha puesto en marcha la central.

«Hoy damos un paso más en la descarbonización de nuestro archipiélago y avanzamos hacia un futuro cada vez más verde, sostenible y respetuoso con nuestro planeta. En sólo dos años el carbón ha pasado de generar el 50% de nuestra electricidad a menos del 5%», ha explicado el vicepresidente.

Según Yllanes, este hecho ha provocado que «las emisiones de CO2 desde 2019 se hayan reducido un 10% en el conjunto de las Islas, un 27% en el sector eléctrico balear y que la central Es Murterar haya reducido más de un 90% las emisiones». «Todo ello se traduce en una mejora del aire que respiramos y en más salud para la ciudadanía», ha añadido.

«Se acaba el carbón y el futuro está en las energías renovables, que generan puestos de trabajo de calidad, estables y que son sinónimo de crecimiento económico. Nuestra apuesta es clara: incrementar el parque de energías limpias a toda la comunidad para que en el año 2023 un 25% de nuestra energía sea producida por renovables», ha concluido.

Por su parte, el director general de Endesa en Baleares, Martí Ribas, ha destacado que «en estos momentos necesitan trabajar conjuntamente las empresas y las administraciones implicadas para vencer las inercias que aún hoy hacen difícil avanzar con la velocidad que quisiéramos hacia la descarbonización de manera firme y decidida».

Para el director general de Energía y Cambio Climático, Pep Malagrava, «el informe científico del IPCC avala la valentía de la Ley de Cambio Climático de Baleares y empuja a acelerar la transición energética». «Las horas que estarán disponibles los grupos 3 y 4 Murterar serán testimoniales y se reducirán aún más las emisiones. No debemos perder más tiempo para implementar la transición energética y necesitamos la implicación de todos los actores sociales», ha señalado.

Desde el Govern han recordado que, el 31 de diciembre de 2019, la Ley de Cambio Climático de Baleares posibilitó el cierre de los grupos 1 y 2, los más contaminantes de la central térmica. En ese momento, también se fijó un máximo de funcionamiento de 1.500 horas al año para los dos grupos que quedaban operativos, el 3 y 4.

Desde el Ejecutivo autonómico apuntan que el paro definitivo de Es Murterar requiere que Baleares disponga de una potencia amplia de energías renovables instalada y de la entrada en funcionamiento del segundo cable de conexión con la Península.

Actualmente, en las Islas hay en tramitación parques fotovoltaicos con una potencia de 530 MW, que equivale a la que tenía Es Murterar cuando funcionaba a pleno rendimiento. A esta potencia de renovables, que se instalará en los próximos años, hay que sumar los 100 MW que ya están en marcha.

En cuanto al segundo cable, la planificación de Red Eléctrica contempla su construcción en los próximos cinco años, periodo a lo largo del cual Baleares recibirá cerca de 1.200 millones de euros de inversión del Estado. De acuerdo con el Govern, con la evolución al alza de la implantación de energías renovables y la construcción del segundo cable, el cierre de Es Murterar podría producirse en torno al 2026.

Paralelamente a este proceso, las centrales de ciclo combinado -Son Reus y Cas Tresorer- han reforzado su presencia en la producción energética para garantizar el suministro eléctrico.