Semáforos sanitarios. Las actualizaciones de los semáforos sanitarios en el Reino Unido y Alemania han tenido en vilo a toda la industria turística balear en las últimas semanas. Los niveles de contagios en las Islas están disparados, aunque la tendencia es que bajen de forma progresiva de aquí a final de mes. Estos índices son los que hicieron que Londres nos situara en ámbar, que obliga a los turistas a tener la pauta completa de vacunación para no pasar cuarentena a su regreso. Berlín hizo lo propio con la anuencia del Instituto Robert Koch, ya nos puso en el nivel de riesgo alto y casi se carga el turismo familiar al fijar la edad mínima en los 6 años para evitar cumplir restricciones. Al final, por la presión mediática y el lobby turístico y empresarial británico, la elevó hasta los 12 años. Durante una semana, el sector hotelero padeció cancelaciones masivas de reservas.
Rentabilidad. La llegada del turismo británico a partir del 19 de julio, al decretar el premier británico Boris Johnson la eliminación de las restricciones para viajar al extranjero, provocó un cambio sustancial en los indicadores turísticos. Los tres aeropuertos de las Islas notaron de inmediato un aumento de la programación de vuelos y llegada de pasajeros internacionales. Esta tendencia casi se trunca de raíz esta semana, pero el Gobierno británico optó, quizás con buen criterio, mantener en ámbar a las Islas hasta septiembre. Esto da un respiro a hoteleros y resto de sectores turísticos de las Islas. Hay muchos vaivenes y no extraña que las patronales coincidan en señalar en que lo que urge es que imperen las certidumbres. Lo contrario es negativo para toda la cadena de valor turística.
Contratación laboral. Los datos de la EPA y el paro de julio han sido como la prueba del algodón. La situación económica sigue una línea ascendente en la creación de empleo, caída del número de trabajadores en ERTE y evolución al alza de los indicadores productivos y económicos. Julio ha sido bueno y agosto, salvo imponderables de último momento, sigue la misma tendencia.
Ocupación hotelera. Hay un cierto empecinamiento hotelero en tener encima de la mesa los niveles de ocupación de 2019. La COVID-19 ha provocado que la estadística de 2019 sea pura historia y que los mimbres y criterios comerciales a utilizar en 2021 sean diferentes en todos los sentidos. Los datos de la patronal FEHM apuntan que la ocupación media hasta mediados de agosto será del 65 %, pero el porcentaje baja a partir del día 20. Todo indica que la previsión irá a más, pero ahora la incertidumbre hotelera es máxima y cual mancha de aceite se extiende al resto de sectores. La previsión se hace casi de un día para otro y semana a semana. Las reservas, de momento, superan a las anulaciones y es el camino a seguir a corto y medio plazo.
Alargar la temporada. Tener temporada turística ya es un hecho, pero el objetivo de las instituciones, entre ellas Govern y Consell, y las patronales es alargar al máximo la temporada turística y llegar hasta noviembre con actividad. Touroperadores, aerolíneas y hoteleros están en la misma línea de trabajo. La COVID tendrá la última palabra.
6 comentarios
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"Canícula" me suena a "cánula... de guedel" , oyes.
Un dia leemos que Mallorca está a reventar,otro dia leemos que los hoteles cierran en breve...otro dia que los hoteles estan al 50% menos un hotel de magalluf que está a tope al 100% Ya uno no sabe que creer !
Sinceramente, no sé como hacen la media o quien les facilita esos porcentajes de ocupación hasta la fecha, cuando la gran mayoría no llegan ni a un 35-40% y es precisamente a partir de la última semana de este mes cuando se ve un ligero ascenso de las reservas. Sigue viniendo bastante gente, los aviones entran cada uno o dos minutos pero muchos de sus pasajeros no pisan ningún hotel ya que optan por el alquiler vacacional, el producto estrella de esta temporada.
Falsas estadisticas.Ahora se ve gente y es por los españoles de aqui que estan de vacaciones.Basta ver los balcones de hoteles y se ve poco trapo colgado
Entonces, ya que la ocupación hotelera ha sido del 65%, que aprovechen la ocasión nuestros gobernantes para reducir la planta hotelera, ¿quizás un 35%? Dudo que nuestros gobernantes progresistas-servilistas tengan el valor, tan siquiera, de plantearlo.
Normalmente la temporada se acaba en octubre el 31 y no se de dónde se sacan que agosto es bueno porque no mucho menos,lo que pasa es que los hoteles aguantan abiertos con la esperanza de que septiembre traiga algo de respiro con la gente más mayor y sobretodo ciclistas pero por el momento siguen paradas las reservas. Ya sabemos que a los periodistas poco o nada les gusta dar malas noticias pero de ahí a pintar un mundo idílico... Más grande será el batacazo.