Josep Luna, gerente de la librería Pul Books, en su local. | Teresa Ayuga

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La digitalización ha revolucionado las aulas en el último año con la excusa de la pandemia. Si los centros educativos abogan por las tablets como herramienta de estudio, y los libros, cada vez más, quedan en segundo lugar, ¿en qué posición se encuentran los de segunda mano?

Es una de las cuestiones que plantea Josep Luna, gerente de la librería Pul Books, uno de los pocos locales dedicados, casi en exclusivo, a la compraventa de textos educativos de segunda mano así como de lectura escolar.

«Nuestro Fondo de Recuperación y Reutilización es un programa sin ánimo de lucro, por lo que la gente se suma a ello de forma voluntaria. Con esto no ganamos dinero, hemos estado tres o cuatro veces a punto de cerrar», lamenta el gerente.

Desde hace unos pocos años, los centros escolares promueven entre las familias la reutilización de los libros de texto, «pero me he dado cuenta de que realmente no se mira el estado del libro, y esto no cuadra con nuestra política. Aquí algunos llegan hechos un desastre», dice.

La Conselleria d’Educació informa cada año del programa para financiar la adquisición de libros y material didáctico en Balears, dotado de un millón de euros, con un máximo de 15.000 euros por centro escolar. Así, fomentan también la reutilización.

Por su parte, Cruz Roja ha puesto en marcha este año el Plan Cruz Roja Responde, en el que 120 niños de Balears se beneficiarán para el próximo año académico de ayudas económicas para la compra de libros, material escolar o cuotas escolares.

La responsable de Cruz Roja Juventud, Emelinda Guirao, responde que, ante la necesidad que hubo en pandemia, «se tuvieron que articular préstamos para las familias vulnerables». Otra novedad de este año es que han recibido financiación procedente del IRPF, con la que ayudarán a otros 27 menores en edad escolar en Balears.

Tecnología en las aulas

La introducción de las tablets es otra cuestión que preocupa más que nunca. Aunque se ha visto su utilidad para sobrellevar una crisis sanitaria que cerró por completo los centros educativos, hay familias que critican que los colegios estén «obligando a comprar ordenadores o tablets», expone Josep Luna, quien menciona el llamado «efecto túnel»: «Si ya de por sí un niño mira el móvil, juega a videojuegos y ve la televisión, ahora le meten más pantalla en las aulas». Guirao también ha visto, desde los programas, la cada vez más implantación de los chromebooks que, a su juicio, hace perder la «calidad educativa».

Algunos centros, como el CEIP Aina Moll, usan estos pequeños ordenadores pero «se emplean una o dos veces por semana, el libro está más presente», reconoce Juandi Salom, vicepresidente de la Asociación de Padres y Madres, quien además avanza que el colegio implanta la obligatoriedad de adquirir libros de textos reutilizados para el próximo curso escolar.

El CEIP Aina Moll, un centro que reutiliza

Desde la Asociación de Padres y Madres del CEIP Aina Moll aseguran que llevan años reutilizando los libros escolares, pero este curso será obligatorio. Las más de 300 familias adheridas colaboran con 50 euros para adquirir este material y ayudar así a las familias más vulnerables.