Paco Blasco, durante la carrera ‘Dona Sang’ en Palma, 2018.

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La mochila de Paco Blasco pesa mucho. En un mes cumple 70 año y ya ha realizado 322 carreras desde 2014. Es un atleta sénior con grandes cualidades. Ha dedicado su vida a este deporte, en mayor o menor intensidad, que compagina con otras aficiones desde su jubilación, en 2016.

Paco es un superman que no apaga su sonrisa a pesar de las adversidades. Su objetivo más solidario era llegar a las 100 donaciones de plaqueta antes de los 70 años. «Y ya voy por 102. La última donación será un día antes de mi cumpleaños», se ríe.

Paco, que nació en Castellón (Comunidad Valenciana), es de esas personas que prefieren hacer siete cosas regulares y no solo una sobresaliente. Su efervescente actividad comenzó con tan solo 14 años, mientras hacía atletismo a la vez que finalizaba sus estudios escolares. Ya luego en la etapa universitaria, Ingeniería Técnica Agrícola, en Sevilla, otro gallo cantaría. Aquí se aficionó al fútbol y, posteriormente, al balonmano.

En Mallorca no echaría las raíces hasta los 27 años, cuando consiguió una plaza de funcionario –de hecho, fue un reconocido director general del Govern socialista en 2007–. Instalado en Campos con 32 años, empezó a jugar, de nuevo, a fútbol, pero una lesión de menisco le paró los pies por un tiempo. «Desde 1992 y hasta 2007 estuve trabajando en los fondos europeos, lo que implicaba viajar por toda Europa. Prácticamente dejé de correr», detalla.

Los ‘adiós’

Paco Blasco llegaría a 2011 con la mente preparada para recuperar sus hábitos deportivos. Con la jubilación, en 2016, vendría lo mejor y lo peor.

Lo mejor, porque se planteó lo más importante: hacer su primera maratón en Sevilla aunque no lo conseguiría hasta 2017 por otra lesión. Lo peor, porque afrontó durante sus entrenos la muerte de su compañero atleta Kiko y hace dos años la de su mujer: «En las carrera llevo sus nombre escritos en el dorsal», dice con orgullo.

El ritmo de la vida no ha hecho frenar a este runner sénior. Desde que comenzó a participar en maratones, carreras por montaña o populares ha calculado más de 300 de forma ininterrumpida. «Solo en 2019 he hecho 67 carreras y en solo un mes he podido hacer 12. Esto, reconozco, es mucho», comenta sonriente.

Aunque a los 70 tiene que dejar de donar sangre, no se plantea guardar las deportivas. Para septiembre de este año afronta con ilusión una maratón en Berlín, «conocida popularmente como la más rápida del mundo porque en esa se han conseguido los récords del mundo», informa.

Si con 70 va a continuar corriendo, al menos confiesa uno de sus secretos: la sonrisa. «Yo siempre digo a los más jóvenes que disfruten y se cuiden, pero sobre todo que disfruten». Su lema es el siguiente: «Si eres amable, la vida lo será contigo. Siempre que escribo las crónicas de una maratón termino la frase con lo mismo: sed amables porque la vida es amable con vosotros. Siempre con una sonrisa».