Sede central del grupo hotelero Meliá Hotels International, en Palma. | Redacción Local

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Meliá Hotels International registró un resultado consolidado atribuido negativo de 151,2 millones de euros entre enero y junio de 2021, lo que representa una reducción de las pérdidas del 57,8% en comparación con los 'números rojos' de 358,6 millones de euros que registró en el mismo periodo de un año antes por el impacto de la crisis del coronavirus y el deterioro del valor de los activos.

La compañía, que remitió este miércoles el informe financiero del semestre a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), obtuvo unos ingresos de 304,4 millones de euros entre enero y junio, un 4,6% menos que un año antes.

Por su parte, el resultado bruto de explotación (Ebitda) fue de 1,5 millones de euros, frente a las pérdidas de 71,3 millones de euros del año pasado, mientras que el resultado operativo fue negativo, hasta 126,5 millones, un 58,9% menos que le año anterior.

Para Gabriel Escarrer, el «imparable» aumento de la inmunización gracias a la eficacia de las vacunas ha permitido, junto con otros factores, como la creación de un Certificado Covid en la Unión Europea, que «el segundo trimestre de 2021 haya sido el punto de inflexión en la terrible crisis vivida por nuestra sociedad, y muy especialmente por el sector turístico».

Por otro lado, los gastos operativos bajaron un 22,6% respecto al mismo periodo de 2020, hasta alcanzar los 301,9 millones de euros. A cierre del primer semestre, la deuda neta se ha situado en los 2.768 millones de euros, lo que supone un incremento en más de 164,3 millones respecto a diciembre 2020, impulsada por las nuevas incorporaciones, así como las prórrogas de varios contratos de alquiler.

En términos de liquidez, ésta se sitúa en 405 millones de euros, apoyada por la reciente operación de venta de activos realizada, y en el cumplimiento del objetivo de generar Ebitda y caja positiva en el mes de junio, sin incluir dicha venta.

Asimismo, el RevPAR (ingresos por habitación disponible) se situó en 22 euros, lo que supone una bajada del 50% respecto al primer trimestre de 2020, mientras que el precio medio por habitación (ADR) se situó en 88 euros, por debajo de los 100,7 euros del año anterior, y la ocupación registró un 24,7%, muy por debajo del 43,8% de 2020.

Durante el segundo trimestre, el número de habitaciones disponibles respecto al mismo periodo del ejercicio anterior se incrementó en un 421,4% en los hoteles de propiedad y alquiler, y en un +143,6% teniendo en cuenta todos los hoteles de la compañía. Aunque si se compara con el mismo periodo del 2019, las variaciones han sido del -39,5% y del -42,3%, respectivamente.

Según la cadena, el negocio hotelero ha continuado mejorando a lo largo del periodo siguiendo la tendencia de los últimos trimestres, a medida que las restricciones se iban suavizando, con una preponderancia del mercado doméstico en cada región.

El Caribe es el primer destino que registra un crecimiento de cliente internacional, especialmente México, donde el positivo avance de la vacunación en su principal mercado, Estados Unidos, ha permitido una rápida recuperación de la demanda.

Sin embargo, la compañía mantiene su preocupación por el gran impacto que todavía siguen acusando los hoteles urbanos más dependientes del segmento Corporate y MICE en España y Europa, cuya crisis es indudablemente más estructural que en el segmento vacacional o híbrido (bleisure), con especial incidencia en mercados como Francia (con hoteles como Meliá La Defense o Innside Charles de Gaulle en Paris), y España (en ciudades como Córdoba, León o Bilbao), así como en destinos vacacionales como Tenerife.

Meliá Hotels International ha firmado 12 nuevos hoteles en 2021 hasta la fecha, focalizados en fortalecer su liderazgo vacacional en el área mediterránea, en la que se sitúan diez de los 12 hoteles incorporados: tres resorts en Grecia, otros tres en Malta, dos en Sicilia y dos en España (Mallorca y Benidorm).

En cuanto a la estrategia de marcas, las nuevas incorporaciones profundizan el crecimiento del portfolio bajo franquicia y gestión, con la incorporación de sus primeros resorts en Grecia, el hotel Cosmopolitan y el Blue Sea Beach, el Playa Esperanza Resort, (Mallorca), hotel Palacio de Avilés y Apartamentos Halley en Benidorm, en España; y tres nuevos hoteles en Malta, todos ellos bajo el sello «Affiliated by Meliá».

Igualmente, dos de los hoteles operarán bajo la marca Sol by Meliá, dos bajo la marca Meliá Hotels&Resorts, y uno de ellos será un Innside by Meliá.

En conjunto, el grupo hotelero abrió 10 nuevos hoteles hasta junio, incluyendo tres hoteles en Europa con la marca Innside by Meliá, incluyendo su primer hotel en Amsterdam, Innside Amsterdam; el Innside Newcastle y el Innside Luxemburgo, así como Meliá Frankfurt City, el Meliá Chongqing en China y el Oasis Marrakech (Marruecos).

Además, Meliá Hotels International ha realizado un positivo balance del Plan de Contingencia aplicado durante los 15 meses transcurridos desde la declaración de la pandemia, cuyas medidas de ahorro de costes permitieron compensar en un 86% la caída de ingresos respecto al primer semestre de 2020, (excluyendo plusvalías y deterioros).

Para Meliá, la visibilidad continúa siendo muy limitada en el corto plazo, aunque los indicadores les hacen pronosticar una recuperación de cara al verano, condicionado por el avance en la vacunacióny las limitaciones a la movilidad. Por lo tanto, mantiene la cautela ante la irrupción de la quinta ola, aunque parece presentar menor riesgo sanitario.

A pesar de la tendencia de reservas «de último minuto», la compañía prevé una extensión de la temporada alta en hoteles vacacionales, durante gran parte del segundo semestre, fundamentada en la curva de inmunidad de grupo planificada en Europa.