Un gran número de agentes de la Policía Nacional camina por el paseo de la Platja de Palma en una noche de botellón. | Ultima Hora

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La consellera de Presidència, Mercedes Garrido, ha defendido este viernes la «guerra» del Govern contra el botellón y los excesos y ha insistido en trasladar la «tolerancia cero» de todo el Ejecutivo contra esta práctica.

«Quien esté pensando en hacer botellón que sepa que tendrá a todo el Govern y a los cuerpos y fuerzas de seguridad enfrente y si recibe una sanción, la pagará», ha apuntado en una rueda de prensa para presentar y analizar las novedades de los dispositivos contra las aglomeraciones.

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La consellera ha insistido en que tarde o temprano la administración acabará cobrando todas las multas que imponga por participar en botellones y fiestas ilegales y ha hecho especial hincapié en que las sanciones «como mínimo» -ha recalcado varias veces esta fórmula- serán de 1.000 euros por participar, de 2.000 euros si se debía estar en cuarentena por contacto, y de 5.000 si se ha dado positivo en un test. «Que nadie se piense que pagará solo 'solo' 1.000 euros», ha insistido.

La consellera, la delegada del Gobierno en las Islas, Aina Calvo, el alcalde de Palma, José Hila, y el presidente de la Felib, Antoni Salas, han presentado y analizado los últimos operativos contra el botellón y las aglomeraciones.