Un técnico revisa los contadores de la luz. | Europa Press

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Coincidiendo con la entrada de la canícula, el precio de la electricidad batió este miércoles un nuevo récord en España: 106,57 euros el megavatio-hora. No solo eso, sino que la tradicional bombona de butano ha alcanzado esta semana el precio más alto desde marzo de 2015. Y aun hay más: la Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas natural –una tarifa regulada de la que disfrutan 1,5 millones de pequeños consumidores en España– es un 4 por ciento más cara desde el 1 de julio. ¿Y los carburantes? El litro de gasolina sin plomo de 95 octanos roza los 1,5 euros y el del gasóleo sigue por encima de los 1,4 euros.

Las razones del incremento del coste de la electricidad y la energía son varios, desde el auge de la demanda en China hasta la falta de suministro de los gasoductos rusos o el encarecimiento de los derechos de emisión de dióxido de carbono. Esos factores, junto a la previsión de ausencia de viento para estos días –de modo que apenas se genera energía eólica– explican el récord.

El catedrático de economía aplicada de la UIB y director gerente de la Fundació Impulsa, Antoni Riera, añade que el aumento de los precios –no solo de la energía, también los alimentos se han encarecido el último mes– se debe además a la recuperación económica que algunos países han comenzado a experimentar. «En parte cabía esperarlo», reconoce. «Recordemos que el IPC fue ocasionalmente negativo cuando estalló la pandemia. Asimismo, la Unión Europea ha relajado las previsiones de inflación» precisamente previendo este aumento de precios, indica Riera.

¿Afectará este encarecimiento  a Balears específicamente? Según Riera, se notará por dos razones. «Por un lado, porque el Archipiélago tiene un nivel de dependencia energética más elevado respecto a otras comunidades». Es decir, que genera menos energía que otras regiones. Por el otro, «porque en las Islas –explica Riera– la intensidad energética es superior que en otras partes». La intensidad energética es el valor que mide la cantidad de energía necesaria para generar riqueza. «Si el precio de la energía sube, los costes de generar riqueza se encarecen», precisa el catedrático.

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Consumidores

Los consumidores encajan la subida de la luz con resignación. «Somos el último eslabón de la cadena y los que acabamos pagando los platos rotos», señaló Alfonso Rodríguez, portavoz de la asociación de consumidores de Balears Consubal.

Rodríguez admite que el encarecimiento de la factura se debe a circunstancias macroeconómicas y geopolíticas que han creado la «tormenta perfecta»; no obstante, critica que el sistema por el cual se establecen los precios en España es «diábolico», dado que se toma como referencia el precio que se paga en el pico de la demanda, que es el más alto. Respecto al precio del gas, Rodríguez reconoció también que el encarecimiento tiene el origen en la complicada situación que se vive en los países que lo suministran, lo mismo que en los países productores de petróleo.

Y aunque reconoció que el precio de la energía es el mismo para toda España –pero no con los combustibles, ya que aquí es más alto–, reclamó que el Estado tome medidas para neutralizar las desventajas provocadas por la insularidad y que se corrija fiscalmente, «porque no es de recibo que en Balears tengamos que pagar más por determinados productos –como la gasolina o los alimentos, por ejemplo– que en la Península». Asimismo, Rodríguez hizo un llamamiento a cambiar los hábitos de consumo. «Debemos modificar nuestro comportamiento y consumir menos y mejor», concluyó.

Problemas en las cadenas de suministro

Además de la incipiente recuperación económica, otro factor que explica el aumento de los precios de los últimos meses son los problemas y dificultades que a raíz de la pandemia se han registrado en las cadenas de suministro, los cuales han provocado restricciones en la oferta de materias primas (como el hierro o el cobre, por ejemplo). Estos problemas también han afectado a la producción de alimentos, que ha tenido que adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado.

GASNATURAL: 10 %
Gas Natural Tarifa de Último Recurso
La Tarifa de Último Recurso (TUR) de gas natural ha subido un 10 por ciento en España. Desde el pasado    día 1 de este mes es casi un 4 por ciento más cara. Estas tarifas de último recurso las utilizan 1,5 millones de pequeños consumidores,    aquellos cuyos consumos anuales no llegan a los 50.000 kWh. Dicha subida se produce después de que en la anterior revisión, que se efectuó el pasado mes de enero, estas tarifas ya fueron objeto de un aumento de casi el 6 por ciento.
ALIMENTOS: 8,1 %
Alimentos Frutas frescas
Los precios de las frutas frescas han experimentado una subida del 8,1 por ciento durante el primer semestre de este año, según el INE. Los alimentos y bebidas no alcohólicas subieron en junio un 1,1 por ciento en el conjunto de España. Destacan los incrementos de los precios de los aceites y grasas, de la carne de ave, la leche, el queso, los huevos y el pan.
BUTANO: 15,36 €
Butano El precio más alto desde 2015
La tradicional bombona de butano de 12,5 kilogramos cuesta desde este martes 15,36 euros, el precio más alto desde marzo de 2015. En los últimos doce meses, este bien de primera necesidad para muchas familias se ha encarecido casi un 21 por ciento. Las razones que explican la subida son el encarecimiento de la materia prima y los problemas que atraviesan parte de los países que la suministran.
GASOIL: 18 %
Gasoil Carburantes
Tanto la gasolina como el gasóleo han experimentado una subida del 18 por ciento a lo largo de este año. Actualmente, decenas de estaciones de servicio venden la gasolina de 95 octanos por encima del 1,50 euros el litro. Los carburantes acumulan sucesivas subidas desde noviembre del año pasado, coincidiendo con la aparición de las primeras vacunas y la reactivación de la economía. Es posible que los precios aumenten todavía más a partir de agosto. La ‘operación salida’ de este año podría ser la más cara de los últimos siete años.
ELECTRICIDAD: 106 €
Electricidad Récord histórico
El precio del megavatio hora alcanzó este miércoles los 106,57 euros en el mercado mayorista de electricidad, lo que supone un nuevo récord en España, el país europeo donde ahora se paga más cara. El precio medio del mes de julio ha sido, hasta el miércoles, de 92 euros, un 166 por ciento superior al del mismo mes del año pasado. La tarifa regulada, que es un 116 por ciento más cara que a principios de año, también alcanzó este miércoles un máximo histórico.